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La fiscalía federal de Estados Unidos quiere que el juicio en la megacausa por corrupción en la FIFA que involucra a Brayan Jiménez, expresidente de la Fedefut y a numerosos exdirigentes del fútbol latinoamericano comience a fines de febrero de 2017, según una propuesta presentada al juez a cargo del caso. Sin embargo Jiménez debe presentarse este miércoles ante la justicia.
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Jiménez extraditado el 1 de marzo a Estados Unidos acusado de fraude, lavado de dinero y asociación delictiva, se declaró “no culpable de todos los cargos” el 2 de marzo ante un juez federal de Nueva York y quedó bajo arresto domiciliario después de haber pagado una fianza de 1.5 millones de dólares.
“El cronograma propuesto a continuación contempla que la selección del jurado comience el 27 de febrero de 2017”, escribió el fiscal Robert Capers al magistrado Raymond Dearie, de los tribunales federales de Brooklyn (sudeste de Nueva York), en una carta con fecha del lunes.
Según la agenda que impulsa la fiscalía, la acusación terminaría de entregar toda la evidencia con la que cuenta el 30 de junio próximo, y a partir de allí se abriría un periodo de más de seis meses para la presentación de mociones hasta fines de enero.
Luego, el 27 de febrero se lanzará el proceso de selección del jurado, que puede llevar varios días, e incluso semanas, antes del comienzo efectivo del juicio con los alegatos iniciales de la fiscalía y la defensa.
En total, las causas abiertas en Estados Unidos por el escándalo de corrupción en la FIFA, que estalló en mayo de 2015 y tuvo una segunda oleada de acusaciones en diciembre, incluyen a 40 personas, la mayoría altos dirigentes del fútbol del continente americano, y dos compañías de marketing deportivo.
Quince individuos se han declarado culpables, aceptando cooperar con la fiscalía a cambio de una posible reducción de la pena, y 25 son actualmente juzgados.
La agenda propuesta por la fiscalía se refiere a la causa más grande y que incluye a 30 procesados. De ese total, cinco se han declarado culpables, ocho se encuentran en Estados Unidos con arresto domiciliario, nueve están en el extranjero con pedido de extradición en curso y los ocho restantes permanecen en sus países sin demanda de extradición por el momento.