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En una competencia de ciclismo de ruta como la 56 edición de la Vuelta a Guatemala los pedalistas alcanzan altas velocidades.
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Muy cerca de ellos va un grupo de intrépidos quienes tienen que tratar de estar lo más cerca de ellos para que fotógrafos y camarógrafos capten los detalles. Se trata de los motoristas de prensa.
Uno de ellos es Pedro Luis Lima, quien lo ha hecho durante 2 años para Emisoras Unidas. Asegura que en descensos como después de premios de montaña como la Cumbre de Alaska se desarrollan velocidades 130 y 150 kilómetros por hora.
Correr a esa velocidad no es capricho sino porque se tienen que hacer maniobras como ver el paso de los pedalistas y después rebasarlos para tomar tiempos o anotar los cruces de metas volantes o premios de montaña.
Pedro Luis recuerda que una etapa en otra Vuelta que ingreso a Zacapa tuvo que frenar de inmediato pero con pericia ya que a unos 10 metros, pero en movimiento, se cayó un grupo de 5 ciclistas, y de no haber advertido el percance, se hubiera tenido un accidente mayor.
Juan Carlos Ramírez Foto:
La exigencia mayor es en los descensos. Uno de ellos es que sigue a la cumbre de Palestina de los Altos en busca de San Pedro Sacatepéquez. “Son momentos donde más se vive la adrenalina recuerda Pablo Pérez, quien tiene 8 Vueltas a GUATEMALA en su haber.
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Aunque en este año no se corrió ese tramo, el peligro estuvo en las cerradas curvas del circuito en Esquipulas Palo Gordo, San Marcos. Otro reto fue recorrer etapas nuevas como la de Jutiapa hacia Chiquimulilla, Santa Rosa, donde incluso cayeron tres pedalistas quienes quedaron fuera de la competencia, entre ellos Walter Escobar del Cable DX Decorabaños.
Gustavo Barenos también lleva 8 años consecutivos persiguiendo a los ciclistas. “Hay que seguir al ciclista” responde al preguntarle si ir a alta velocidad es algo planificado o se hace por exigencia sobre la ruta.
La clave para evitar accidentes es “ir siempre alerta” dice Barenos. Así como ellos van motoristas de otros medios de comunicación y los comisarios nacionales. “No solo la vida de uno peligra sino la de los ciclistas y otros motoristas” explica mientras se ajusta el casco y el equipo de protección ala salida de la última etapa de la Vuelta a Guatemala en el Anillo Periférico.