var VideoTV=”cyVUZHFq0bd/country/”+nombre_pais(return_pais())+”/section/deportes/device/Desktop/type/embed/true/false/volume/0″;var VideoTV=”cyVU5qvay02/country/”+nombre_pais(return_pais())+”/section/deportes/device/Desktop/type/embed/true/false/volume/0″;
PUBLICIDAD
Puede que ya no tenga el mismo estado físico de hace unos años, pero su magia sigue intacta . Ronaldinho demostró en el partido “Unidos por la paz”, jugado este miércoles y organizado por el Papa Francisco, que su talento no ha decaído y se volvió a lucir con sus lujos y gran habilidad.
Pese a no tener equipo, el brasileño se ha encargado de demostrar en exhibiciones que su magia está intacta y así lo dejó en claro en el encuentro disputado en Roma. Aunque compartió cancha con cracks como Diego Maradona o Francesco Totti , entre otros, se encargó de destacar sobre el resto.
Cuando solo se jugaban cinco minutos, Dinho mostró su calidad. El astro brasileño fue el principal artífice del empate de su equipo, que caía tras un gol de Antonio Di Natale en el primer minuto, y sacó un centro impecable para que Frederic Kanouté anotara el tanto. El resultado final les daría la victoria por 4 a 3.
Pero eso solo fue una pizca de lo que vendría más adelante. Luego, Ronaldinho se despacharía uno de los pases de espalda que hacía en sus mejores tiempos de futbolista y lo haría con toda calma. Tras recibir un balón por alto y con múltiples opciones, sacó un conejo del sombrero y lucirse para sacar aplausos.
PUBLICIDAD
“Medalla bendecida que nos entregó el Papa después del partido de ayer. Va a ser guardada con mucho cariño, escribió.
Habían intercambiado duras declaraciones hace unos meses y la “Brujita” le había prometido al histórico 10 de Argentina que quería verlo cara a cara. Por eso, cuando se encontraron, la pelea fue inminente. Terminando el primer tiempo, Maradona acusó una falta de Verón y ahí empezó la discusión. Al momento que concluyeron los primeros cuarenta minutos, “Barrilete” se acercó a su compatriota y este no le quiso dar la mano. Ahí se fueron discutiendo al camarino bajo un tibio abrazo y lanzándose frases al aire.
Luego la situación subió de tono y Diego le lanzó un “yo no te boludeo, yo no te boludeo. Te lo digo a la cara“. El encuentro cara a cara que quería Verón llegó y tuvo la tensión que prometía.
