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Brasil comenzó con una deuda costosa su camino en el torneo de fútbol masculino de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro-2016 al empatar 0-0 este jueves con Sudáfrica, en partido del Grupo A disputado en Brasilia.
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La seleçao, que adolece del oro olímpico en su rico palmarés, se encontró a unos ‘Bafana Bafana’ tirados en defensa en buena parte de los 90 minutos y a la espera de pescar en río revuelto, un panorama que complicó la dinámica de juego del combinado del astro Neymar, que mostró dos caras en el encuentro.
Más temprano en el mismo estadio mundialista Mané Garrincha y ante escasísimo público, Dinamarca e Irak firmaron un 0-0 en un partido discreto y con pocas situaciones de peligro en ambos arcos.
Cuando se esperaba que Brasil saliera a demoler a los africanos, fue Sudáfrica el primero que piso el área rival aprovechando un error de entrega de Marquinhos en el centro del campo que generó un furioso contraataque con Mothiba, pero que culminó mal el delantero del Lille francés.
El susto en predios de Weverton trajo de inmediato el recuerdo de la fatídica eliminación en el Mundial-2014, porque no habían corrido más de cinco minutos cuando Brasil le abría la puerta al rival para que le hiciera daño.
Neymar pegó unos gritos necesarios para que la seleçao se ordenara y a los 13 se acercó con un remate del astro del FC Barcelona que se fue ligeramente desviado, pero que sirvió para que el combinado local reaccionara y tomara el control del juego.
Pero Sudáfrica no fue una pera en dulce y le peleó el protagonismo presionándolo lo más arriba posible. Así se acercó con pases en corto y mucha velocidad, pero careció de precisión en los metros finales para terminar las jugadas de riesgo que fabricó.
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A Brasil le costaba generar acciones de riesgo, por lo que las oportunidades sólo podían llegar por errores de la zaga visitante, como sucedió cuando falló la defensa y le dio espacio a Gabriel Jesús para rematar pero la pelota se perdió por la línea de fondo.
Pronto quedó claro que Sudáfrica se dedicó con mucha aplicación a un esquema defensivo, en el que dispuso a sus once hombres a tratar de cortar los circuitos creativos de Brasil, pero en esa propuesta se olvidó de atacar, y no volvió a generarle inquietudes a los hombres de Rogério Micale.
– Crece Neymar, crece Brasil –
No cambió el desarrollo en la segunda parte, con un Brasil que tuvo el control del balón e inclinó el juego sobre el campo de juego visitante, pero que también evidenció serios problemas para crear en ataque, y al que le faltó sorpresa y cambio de ritmo para vulnerar a un adversario muy concentrado en su misión defensiva.
En un buen contraataque liderado por Neymar, Gabriel Jesús tuvo su ocasión a los 70 con un derechazo cruzado que terminó estrellándose en el vertical izquierdo y cuando el arco sudafricano estaba desguarnecido.
Neymar levantó en su juego y poco a poco fue apareciendo para manejar los hilos del equipo y tuvo dos remates preciosos al arco que por centímetros se fueron desviados.
Sudáfrica sufrió la expulsión de Mvala a los 60 minutos y de inmediato Micale ordenó el ingreso de Rafinha por un intrascendente Renato Augusto, un cambio que le sentó bien a Brasil y le dio un respiro a Neymar en la creación.
Pero la seleçao, protagonista en la segunda parte, no supo encontrar el camino correcto para abrazar la victoria, en buena medida porque Sudáfrica se aferró a un esquema basado en las marcas y con el paso de los minutos fue creciendo la figura del golero Itumeleng Khune para ponerle cerrojo a su arco.
La segunda fecha de esta zona, el sábado y nuevamente en Brasilia, contempla los partidos entre Dinamarca y Sudáfrica (22H00 GMT) y Brasil contra Irak (01H00 GMT del domingo).