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“Esta era mi casa, me voy luego de haberle dado todo a esta institución a la que llegué cuando tenía 15 años y con la que viví buenos y malos momentos”, fue el mensaje que el “Moyo” dio este martes en una conferencia de prensa en la que se manifestó luego de que un día antes Comunicaciones anunció la rescisión del contrato que los unía hasta junio de 2019.
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“Es una decisión que se veía venir por todo lo que sucedió y que nunca hice público para mantener el orden del vestuario”, dijo Contreras al referirse al distanciamiento que tuvo con el entrenador Iván Sopegno y Julio González, el director deportivo del club, a quienes respaldó la directiva que encabeza Pedro Portilla.
“No se pueden ocultar las cosas pero la relación era solamente de jugador y entrenador con él (Sopegno), finalmente se dieron las cosas y la decisión está tomada”, agregó el jugador quien durante la conferencia de prensa estuvo acompañado por Juan Leonel García, su representante.
Contreras le agradeció a quienes fueron sus compañeros, a los utileros y personal del club, y a los aficionados su apoyo en los 16 años que perteneció a entre los cuales tuvo solamente espacios de distancia cuando era juvenil y fue cedido a préstamo al Deportivo Achuapa en la Primera División, o jugó en el extranjero con el Arsenal de Sarandí argentino y la Universidad de Concepción, de Chile.
Aún así, reaccionó con tristeza al recordar las palabras de Portilla en la conferencia del lunes en la que se limitó a decir que “las instituciones continúan y los ídolos se van”.
“Comparto eso, que los jugadores somos pasajeros en este y en cualquier equipo, pero tengo muy claro que el club es de la afición y no de los dirigentes”, resaltó.
Junto con García, el centrocampista indicó que le tiene las “puertas abiertas” a cualquier equipo nacional, incluido Municipal, el histórico rival de Comunicaciones, y del extranjero que quiera hacerse con sus servicios.
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No lo resistió
Cuando se le preguntó al jugador sobre su sentir al verse imposibilitado de jugar dentro de unos años su último partido como profesional vestido de blanco, este no resistió la sensación de llanto y se tomó unos segundos para responder.
El sentimiento que lleva por dentro es demasiado fuerte para él…
“Es duro y cuando se ve que a los referentes del club los han despedido de buena manera y a otros les ha tocado como a mí ahora, con el pasar de los años, esa ilusión de tener mi partido de despedida desapareció, siempre me manejé de una manera e iba de frente cuando algo no me gustaba, no soy de los que me guardo las cosas, para unos talvez sea una virtud o un defecto”, expresó.
“Los directivos no están de acuerdo que un jugador vaya de frente o que sea respetuoso de no hablar por atrás… lejos de irme mal, me voy contento porque más allá de un partido de despedida o de que retiren el número 10, me llevo el cariño de toda la gente y eso no tiene precio”, concluyó.
