La oposición surcoreana dijo este lunes que considera la posibilidad de impulsar un juicio político contra la presidenta del país, Park Guen-Hye, involucrada en un escándalo de corrupción.
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La advertencia se produce un día después de que la fiscalía señalara a Park como sospechosa en un caso de tráfico de influencias que pende como una espada de Damocles sobre la impopular mandataria.
“Vamos a revisar los tiempos y métodos de un juicio de destitución y crear un subcomité” para preparar una estrategia en ese sentido, dijo Choo Mi-Ae, jefe del partido opositor liberal Democratic Party.
Los líderes de dos pequeños partidos de la oposición ya indicaron que estaban de acuerdo en tomar ese camino.
Las manifestaciones masivas en contra de la mandataria sumaron presión sobre los políticos para que forzaran la destitución de Park.
Sin embargo, temiendo un impacto adverso entre los votantes conservadores, el Partido Demócrata parece vacilar a la hora de empezar un largo procedimiento de destitución que podría durar meses.
En el caso están implicados la polémica confidente de Park, Choi Soon-sil, detenida por fraude y abuso de poder, y dos consejeros.
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Amiga de Park desde hace 40 años, Choi está acusada de utilizar sus relaciones con la mandataria para obligar a grandes conglomerados industriales como Samsung a efectuar importantes donaciones a fundaciones creadas por ella y usar luego el dinero para fines personales.
Choi, de 60 años, también se involucró supuestamente en asuntos de Estado e incluso habría influido en el nombramiento de altos cargos.
La presidenta Park es sospechosa de haber ayudado a su amiga a obtener dinero para las mencionadas fundaciones y de haber permitido que se ocupara de asuntos de Estado, pese a no tener cargo oficial.
