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“Air Force One empieza a rodar”, avisa el corresponsal de la AFP que acompaña a Barack Obama. El mandatario estadounidense le dice adiós en Lima a un mundo que ya lo echa de menos, y al que le promete ser respetuoso pero vigilante de su sucesor, Donald Trump.
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“Obviamente voy a extrañar tener cerca a Barack para trabajar la relación Canadá-Estados Unidos”, dijo el domingo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con quien el estadounidense alguna vez ha bromeado por tratar de quitarle el protagonismo ‘cool’ en el orbe.
Barack Hussein Obama, luego de ocho años y dos mandatos, dejará la Casa Blanca el 20 de enero. Siguiendo una tradición estadounidense, en Lima se mantuvo cauto en no criticar a su temido sucesor, el controvertido multimillonario contrario al libre comercio.
Usualmente de buen humor y dispuesto a gastar alguna broma, Obama esta vez lució taciturno, reflexivo y hasta, a veces, nostálgico, apelando a sus recuerdos para responder algunas preguntas.
“Quiero ser respetuoso de la función (presidencial) y dejar al presidente electo la oportunidad de construir su equipo y poner en práctica su política, sin que alguien hable de todo a cada momento”, dijo Obama después de la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).
El mandatario estadounidense recordó que su predecesor, George W. Bush había sido muy cortés con él cuando ingresó a la Casa Blanca en 2008. Pero agregó que iba a estar atento a posibles infracciones a los valores fundamentales de Estados Unidos bajo la presidencia de Trump.
“Como ciudadano estadounidense que se preocupa por su país, si hay situaciones específicas que van más allá de nuestros valores e ideales, y considero necesario defender esos ideales, lo examinaré cuando ocurra”, dijo.
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– Pasó revista en Ucrania –
Obama fue criticado con dureza por Donald Trump durante la campaña electoral, donde apoyó a la demócrata Hillary Clinton. El presidente electo lo acusó de socavar la “democracia americana”, mientras pavimentaba su triunfo.
Obama sorprendió en Lima al pasar revista a temas clave de política internacional, incluso en sus últimos días en el poder. Sobre todo el caso de Ucrania con Rusia, pese a que Vladimir Putin y Trump ya se han referido al tema esta semana.
El aún presidente estadounidense se dio el tiempo de estrechar las manos con Putin, y abordar el asunto.
“Hablé con él sobre Ucrania y sobre la necesidad de resolver ese tema (…), le pedí que instruya a sus negociadores a trabajar con nosotros, Francia, Alemania y Ucrania, para ver si podemos llegar a un acuerdo antes del fin de mi mandato”, agregó.
Después de que Rusia anexó a su territorio a la península ucraniana de Crimea en marzo de 2014, que causó tensiones sin precedentes entre Moscú y Washinton desde el final de la Guerra Fría, Estados Unidos impuso sanciones económicas severas a Rusia.
Occidente también acusa a Moscú de apoyar militarmente a los rebeldes pro-rusos en el este de Ucrania, algo que el Kremlin niega. La victoria de Trump ha motivado que se intensifique su preocupación por Ucrania, una exrepública soviética. Hillary Clinton ha considerado que Trump es el “títere” de Putin.
– Una chance a Trump –
Sobre el proyecto proteccionista de Trump, Obama ha tratado de disipar las preocupaciones de sus socios. Durante su visita a Lima exhortó a darle “una oportunidad” a Trump, haciendo hincapié en que no siempre se gobierna como se ha anunciado en campaña.
Los países de la APEC están preocupados por las amenazas de su sucesor de dejar en nada el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), firmado por 12 países de la región, aunque sin considerar a China.
El gigante asiático aprovechó el espacio para impulsar su alternativa de Asociación Económica Integral Regional (RCEP) entre la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), Australia, China e India, pero sin Estados Unidos.
“Nuestros socios han dejado claro que quieren seguir adelante con el TPP y quieren hacerlo con Estados Unidos”, dijo Obama.
Temas políticos aparte, en el futuro inmediato Obama dijo tener “la intención de terminar mi trabajo en los próximos dos meses, y después llevar a Michelle (su esposa) de vacaciones para descansar, pasar un tiempo con sus hijas, escribir un poco, pensar”.
En la última cena de corresponsales en la Casa Blanca, la música de fondo antes de que Obama empiece a hablar era “Me van a extrañar cuando me vaya”, de Anna Kendrick. “No pueden decirlo, pero saben que es verdad”, les dijo Obama.