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Durante el segundo día del juicio a dos militares retirados por haber permitido cometer abusos a 15 mujeres, los testigos han recordado al Tribunal de Mayor Riesgo B, las agresiones que sucedieron en 1982.
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Por el caso están procesados el coronel retirado Steelmer Francisco Reyes y el excomisionado militar Heriberto Valdés Asij. La Fiscalía los señala de desaparición forzada y delitos contra los deberes de la humanidad.
El indígena Arturo Choc, el cuarto testigo, declaró que cinco personas de su comunidad, en Senahú, Alta Verapaz, fueron desaparecidos por los militares.
“Mi esposa Magdalena Pop (fallecida) fue víctima de violencia sexual. Lo que pido es que se haga justicia”, mencionó con la ayuda de un intérprete de q’eqchi’ y un psicólogo.
Según la acusación, los hechos se registraron entre 1982 y 1983 en un destacamento militar en la comunidad de Sepur Zarco, entre los departamentos de Alta Verapaz e Izabal.
Manuel Cu, quien era alcalde de la comunidad El Manguito, cercana a Sepur Zarco, declaró que los soldados obligaban a las mujeres a una esclavitud sexual y laboral. “No respetaron mi autoridad y fui víctima de torturas”.
Cu recordó en la Sala de Vistas que el coronel retirado Reyes le dijo en una oportunidad: “Sos un mula, para qué ayudás a delincuentes”.
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