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Dos militares retirados enfrentan juicio por someter a esclavitud sexual a 15 mujeres indígenas q’eqchí durante seis meses en la comunidad Sepur Zarco, entre Izabal y Alta Verapaz en 1982 en donde se construía una base militar. El embajador de Estados Unidos, Todd Robinson acudió al primer día del debate en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia.
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La comunidad q’eqchí
El Ejército inició la construcción de un destacamento militar el 15 de julio de 1982 en la comunidad Sepur Zarco, entre los departamentos de Alta Verapaz e Izabal, entre los municipios de Panzós y El Estor. Los hombres fueron obligados a trabajar.
Raptan a 18 hombres
Uno de los testigos recuerda las violaciones a las mujeres. Oliver de Ros Foto:
El 25 de agosto de 1982, cuando se celebraba la fiesta patronal en Panzós, por Santa Rosa de Lima, fueron desaparecidos 18 hombres. A sus esposas, solas, las obligaron a lavar la ropa de los militares, a cocinarles y durante seis meses fueron “esclavas sexuales”.
Denuncia de 2011 y 19 testimonios
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Desde 2011 la Fiscalía investiga el caso. En 2012 se escucharon 19 testimonios, 11 de ellas víctimas de las violaciones de los soldados, ante el juez Miguel Gálvez. “Fue allí, en ese lugar, donde los soldados rompieron mi matrimonio”, declaró una de las afectadas.
Dos exmilitares procesados
Los señalados son el coronel retirado Esteelmer Reyes, de 59 años, y el excomisionado militar Heriberto Valdez, de 74. Son acusados de los delitos contra los deberes de la humanidad en su forma de violencia sexual, por atentar contra la dignidad personal y asesinato.
Militares iban a “descansar”
En 2012 el juez Miguel Gálvez escuchó a 19 testigos. Cortesía Foto:
La acusación detalla que los soldados violaron a las mujeres durante seis meses en turnos de tres días cada una. “Era como su descanso”, mencionó la fiscal Hilda Pineda. Las obligaban a cocinar, las inyectaban para no quedar embarazadas y hasta a abortaban.
Se abstienen de declarar
Los militares retirados se abstuvieron de emitir alguna declaración ante el Tribunal que preside la jueza Jasmin Barrios. En el segundo día del juicio declaró una mujer de más de 60 años y recordó que era violada por los soldados. Su esposo aún está desaparecido.
En el segundo día del juicio declaró una mujer de más de 60 años. Recordó que era violada por los soldados junto a sus dos hijas. “En las tardes se escuchaban disparos. Cuando nos mandaban a bañarnos nos violaban, mi esposo sigue desaparecido”, declaró.