El regreso de Carrie Bradshaw y sus amigas a las pantallas de Max (antes HBO Max) es inminente con la segunda temporada de ‘And Just Like That’, que promete traer de vuelta la mirada transgresora y cruda que tanto caracterizó a la serie original estrenada en 1998: nuevos comienzos, el concepto de “florecer de nuevo " en medio de la adversidad, las conversaciones sexuales y amorosas sin tapujos, y muchos zapatos de la marca Manolo Blahnik, pero sobre todo la importancia de cultivar amistades duraderas.
Pero ‘Sex and the City’ en su secuela cayó en la maldición moderna de los productos de su especie: ser totalmente insustancial. Matar todo lo que hacía a la serie y su universo un referente universal.
Y justo así (parafraseando a la serie) esta primera temporada, que contó con la participaciones de tres de las cuatro actrices iniciales, Sarah Jessica Parker, Cynthia Nixon y Kristin Davis, puede que haya roto récords de audiencia en su emisión al estrenarse en el 2021, pero la historia dejó mucha tela por cortar y enmendar, agregando que todas las críticas recibidas fueron negativas, pues nadie estuvo contento con el acercamiento que se le dio al desarrollo de la trama y a sus protagonistas.
De este modo, casi 12 años después desde la última vez que vimos a Carrie Bradshaw, (que fue en la desastrosa secuela de la película ‘Sex and the City’) la escritora de sexo irónicamente bastante mojigata ya es una mujer madura y viuda. Ella ahora hace un podcast y se enfrenta a los retos de la mediana edad junto a sus queridas amigas Charlotte York y Miranda Hobbes, quienes tampoco la están pasando nada bien; Miranda no sabe qué hacer con su vida y la adolescencia trae retos para el modelo de crianza en la familia de Charlotte.
Pero hubo un faltante: el alma de la serie. Quien le ponía el nombre de ‘Sexo’ a la ciudad. La comedia, el empoderamiento. El ícono. Kim Cattrall no participó al no volver a interpretar a su arrasador personaje, la muy desinhibida Samantha Jones. Cattrall y Sarah Jessica Parker - quien aparte de ser la protagonista de la serie ejerce como productora ejecutiva,- han tenido desacuerdos y peleas públicas por años, y Kim jamás fue considerada para estar en la continuación.
Esto, confirmado por el también productor y escritor de la serie Michael Patrick King, y la misma Parker, quien no quería que esta regresara de igual manera gracias a como se ha llevado el problema de forma mediática: “No creo que quisiera que volviera a la segunda temporada, porque creo que hay demasiada historia pública de sentimientos de su parte que ha compartido”, le expresó a la revista Variety el año pasado.
Igual, fue un fantasma cuya presencia (más bien ausencia), se hizo notar en toda la primera temporada. “La cuarta mosquetera” (como la denomina Bitsy Von Muffling en la escena inicial de la primera temporada) es mencionada, siempre tiene gestos, siempre se explica por qué no está en su nave nodriza.
De esta manera, siguió influyendo en la dinámica del grupo y de paso, en los sentimientos de quienes adoraban la serie y en el legado que el personaje carga consigo. En la primera temporada se nos muestra cómo la sagaz relacionista pública se mudó a Londres tras una pelea con Carrie Bradshaw, después de que esta le dijera que no podría seguir pagando por sus servicios como publicista a su carrera de escritora, algo que se vio muy anticlimático dada la naturaleza abierta y despreocupada del personaje.
De ahí, básicamente toda la serie se convirtió en el centro de fuertes debates en redes y ataques gracias a su contenido ‘woke’, ya que se le dio a cada una de las protagonistas su propio personaje ‘de apoyo’ de una forma bastante tokenista. Es decir: sólo eran mujeres hechas para relacionarse con cada una de las protagonistas de forma secundaria.
Y por eso, a falta de un hilo unificador en la dinámica grupal como Samantha, tuvieron que crear tres versiones diferentes de ella en un intento de arreglar el pasado racista, clasista y homofóbico que tuvo en sus emisiones originales. Pero se quedaron cortos en todo: tanto en entregar un producto fuerte y conciso como en entender la cultura actual. La ciudad cambió, la cultura y la sociedad cambiaron, y por más que así lo quisieron vender en un principio, sus protagonistas no lo hicieron en lo absoluto.
Añadiendo que la muerte de Mr. Big en el primer capítulo a causa de un infarto, sentó un tono triste, sombrío y deprimente a una historia que siempre se ha caracterizado por ser estrambótica y colorida.
Ahora, tampoco se puede dejar de lado la destrucción a la que sometieron a Miranda Hobbes, otra de las favoritas de la audiencia gracias a su implacable forma de ser, al punto en que se escribió un libro acerca de lo infravalorada que era su filosofía y su personalidad, en el libro ‘We All Should Be Miranda’ (‘Todas deberíamos ser como Miranda’).
La pelirroja astuta del cuarteto ahora es una persona irreconocible e insegura que no tiene idea de donde está parada y se vuelve lesbiana de la nada. “Mira cómo masacraron a mi muchacho”, decía Vito Corleone en ‘El Padrino’ cuando le matan a Sonny, su primogénito, en una emboscada . Así como el Don, lloran los fans de la que antes era la voz de la razón de las cuatro mujeres.
Eso tiene un añadido: incluir a un personaje no binario, Ché Díaz (Sara Ramírez), como la nueva relación de Miranda, pero como otro token (el agudo crítico español Juan Sanguino la comparó con el perro ‘Pocchie’ de Tommy y Daly de Los Simpsons: sólo está hecho para cumplir una cuota y ser cool). Su desarrollo fue un espanto para la audiencia, en todo nivel.
Y por supuesto, la serie no cerró. La producción se dio cuenta que aún hay una gran cantidad de temas y experiencias que las mujeres de 50 siguen contando. Incluso con su mediana recepción la cadena optó por darle continuidad a la historia.
Una nueva temporada donde se esperan nuevos comienzos
“No avanzas porque estás listo, avanzas porque superaste a quien eras antes”, afirma Carrie Bradshaw en el avance de la segunda temporada, lo que apunta a que aunque ella volverá a sus días de soltería y seguirá lidiando con el duelo de la muerte de Mr. Big, poco a poco logrará pasar la página, además de que la historia promete grandes regresos a las vidas de las protagonistas.
No es para menos que esta segunda parte venga con anuncio a bombo y platillo, pues la temporada se lanza en el marco de los 25 años de la franquicia. Y la noticia que vino a dar un a bocanada de aire fresco a la audiencia fue el hecho de que gracias a una jugosa oferta que Casey Bloys, presidente y director ejecutivo de HBO y Max content, le hizo a Cattrall para que se pusiera de nuevo los tacones y volviera como Samantha, llevó a la querida actriz a darle una nueva pequeña (y corta) oportunidad a los fanáticos de ver a su personaje nuevamente en acción, confirmando así quién es la estrella de la serie, por muchos stilettos, tutús y Cosmopolitans que hayan.
Como si fuera poco, a la lista de regresos se suma el actor John Corbett, quien intepretó al segundo interés amoroso más importante de la vida del personaje principal, Aidan Shaw. A lo largo de varias temporadas de ‘Sex and the City’ se le pudo ver a Aidan y Carrie mantener una dinámica tóxica, que terminó con un intento de compromiso fallido. Años después la pareja se reuniría de nuevo en ‘Sex and the City 2′, y ahora la pareja intentará darle una tercera oportunidad a su relación, ¿será esta la vencida?
Eso es lo que se preguntan los fans: si con este alargue se dará un cierre digno que se pedía a gritos desde las dos películas que las hicieron ver como hermosas reliquias de los 90, o si ‘Sex and the City’ y su universo por fin podrán responder a las dinámicas del nuevo milenio. Eso sólo lo sabremos cada semana con cada nuevo capítulo transmitido por Max.