La boxeadora argelina Imane Khelif ha librado una batalla interior, luego que se ha dudado de su participación como mujer en el boxeo de los Juegos Olímpicos de París. Este sábado lloró luego de haber acabado con su rival, la técnica y veloz la húngara Anna Luca Hamori, que sucumbió con tremenda derecha, la misma que ha usado para destrozar a cada uno de sus rivales que se han quejado que no debería competir en el boxeo femenino.
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Khelif boxea en la categoría de 66 kilogramos y hasta ya mencionan que “deberían darle la medalla de oro” debido a que se carece de rival que “pegue tan fuerte como un hombre”. El duelo de los cuartos de final parecía una pelea por algún campeonato mundial, como los que se organizan en Las Vegas. El París Norte Arena estaba abarrotado.
“No tengo miedo”, repitió la húngara Hamori cuando calentaba. Sabía que iba a boxear contra Khelif que paralelo a las dudas de su género, también ha infundido temor en sus rivales.
Hasta con juez de su país
Cuando sonó la campana se notó y evidenció las diferencias de físico. Khelif demostró ser mejor que Hamori. Ganó por decisión unánime los tres rounds con 200 argelinos gritando y alzando la bandera verde. Además, uno de los 5 jueces fue el argentino Manuel Vilariño.
El próximo martes volverá a pelear para terminar con la boxeadora tailandesa Janjaem Suwannapheng y avanzar hacia el oro olímpico.
Ventaja
Khelif está lejos de ser una mujer transexual ya que nació con aparato genital femenino, pero sí es una mujer intersexual; es decir, tiene cromosomas XY y altos niveles de testosterona. Esto le da ventaja frente a sus competidoras, según agencias.
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