El potente automóvil que conduce Max Verstappen habría tenido un dispositivo que no está permitido durante una de las carreras de la Fórmula 1, la más veloz y distinguida del mundo. ¿Trampa? El motor no fue encendido en el Circuito de las Américas en Austin, Texas, donde se disputa la jornada 18 del campeonato mundial.
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La polémica es que el equipo del campeón mundial, Red Bull, quedó bajo la lupa, ya que fue denunciado en la última carrera por un dispositivo en la suspensión que no está permitido y el caso fue trasladado a la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Los rivales de Verstappen habían alertado a la FIA sobre un dispositivo en el habitáculo que creían que podría usarse para ajustar la altura de la parte delantera del piso del carro. La preocupación de las otras escuderías era que esto pudiera usarse para realizar cambios en la configuración.
Resolución inmediata
Nikolas Tombazis, jefe de Monoplazas de la FIA, dijo que se carece de alguna controversia alrededor del Red Bull y su artefacto. Se entiende que ningún otro equipo tiene una tecnología parecida, lo que lleva a la especulación de que puede ser usado para alterar la altura del piso entre las sesiones de clasificación y carrera. Entonces, sin alguna sanción. Todo sigue igual.
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