El mal genio del campeón de la Fórmula 1 Max Verstappen y su lenguaje soez en las conferencias ya le pasó factura. La FIA (Federación Internacional del automovilismo) aumentó las sanciones por sus exabruptos y los afectados, a su vez, han comenzado una protesta.
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En ese sentido, Verstappen comenzó una campaña contra la FIA con el apoyo de casi todos los equipos para intentar que el organismo dé marcha atrás respecto a la prohibición de palabras soeces, que los pilotos emiten por radio o en el marco de las entrevistas oficiales.
Sin amabilidad
Verstappen no ha hecho grandes amigos desde que se sumó a la F1 en 2015. Sus exabruptos, expresiones poco amables para con su equipo y compañeros en pista y la desobediencia, fueron una constante en su carrera.
Emiten comunicado
“Hay una gran diferencia entre los que buscan insultar a los demás y las palabras malsonantes más profanas, como las que se usan para hablar de la meteorología o de un objeto inanimado, como un coche de Fórmula 1, o de una situación de carrera”, subraya el comunicado de Grand Prix Drivers Association (GPDA), en contra de las sanciones.
A Verstappen se le ha unido Charles Leclerc y otros pilotos que fueron recientemente sancionados por la FIA por haber pronunciado palabras soeces en conferencia de prensa.