El Super Bowl no solo es el evento deportivo más esperado, sino también una de las mayores fiestas gastronómicas. Durante el gran juego, millones de personas disfrutan de una variedad de platillos icónicos que se han convertido en una tradición. Desde snacks hasta comidas más contundentes, la mesa del Super Bowl es casi tan importante como el partido.
Las alitas de pollo son el platillo más popular, con más de 1,400 millones consumidas en este día. Se sirven con diferentes salsas, como buffalo, BBQ y miel-mostaza, acompañadas de aderezos ranch o blue cheese. Otra opción que arrasa es la pizza, con más de 12.5 millones de pedidos, ya que es fácil de compartir y viene en una gran variedad de sabores.
Los nachos también son un clásico, especialmente cuando se combinan con queso derretido, guacamole, jalapeños y carne molida. Acompañando estos snacks, los dips como el de espinaca y alcachofa, el queso con chile y el guacamole son indispensables en cualquier reunión de Super Bowl. Son fáciles de preparar y perfectos para picar durante todo el juego.
Para los que prefieren algo más contundente, los sliders (mini hamburguesas) y los chili dogs (hot dogs con chile con carne y queso) traen el auténtico sabor del estadio a casa. Son ideales para grandes grupos y permiten una gran variedad de ingredientes y estilos.
Y, por supuesto, no puede faltar el toque dulce. Los brownies, galletas y cupcakes decorados con motivos futboleros cierran la comida con broche de oro. En el Super Bowl, la comida es tan importante como el partido, así que si vas a ver el juego, asegúrate de tener estos platillos en la mesa. ¡Será una experiencia completa!