El derbi que decidió en dos ocasiones al campeón de Europa, con el dominio del Real Madrid en su competición fetiche y la incansable búsqueda de un título que ya mereció en el pasado el Atlético de Madrid, regresa a la escena de mayor trascendencia, la Liga de Campeones, ocho años después y en unos octavos de final que serán el paso de firmeza que necesita el equipo más laureado o una nueva oportunidad para la eterna revancha rojiblanca.
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Y las heridas
Nunca cicatrizarán las heridas del pasado entre dos vecinos que han trasladado su rivalidad en España al nivel más alto posible.
Recuerdos aliados al sufrimiento pero con buen sabor de boca final para el Real Madrid, necesitado en el presente de un triunfo de la magnitud que siempre tiene superar a un Atlético de Madrid que con Diego Simeone al mando, se habituó a llevar al límite a su rival para salir victorioso.
Necesitado Ancelotti de un triunfo en día grande que silenció las críticas de los malos resultados en partidos de altos vuelos, la inesperada eliminatoria de ‘play-off’ a octavos ante el Manchester City, fue un impulso que se ha evaporado.
Con información de agencias.