El director francés Jacques Audiard sigue en el ojo del huracán tras las críticas a Emilia Pérez, su más reciente película. La representación de México, el narcotráfico y la cultura latina han sido señaladas como estereotipadas y poco auténticas. Sin embargo, en lugar de reconocer las preocupaciones del público, Audiard ha decidido defenderse con declaraciones que solo avivan el fuego.
PUBLICIDAD
“Lo que me sorprendió es que, o la gente no ha visto bien la película, o ni siquiera la ha visto y está actuando de mala fe”, declaró el cineasta. Además, justificó su visión argumentando que la ópera —en la que se inspira la película— “tiene limitaciones psicológicas” y que su obra nunca quiso ser realista. Básicamente, su respuesta sugiere que las críticas son infundadas y que los espectadores simplemente no entendieron su propuesta.
Este comentario ha sido tomado por muchos como una muestra de arrogancia y desconexión con el público latino. En lugar de reconocer que Emilia Pérez pudo haber caído en clichés problemáticos, Audiard prefiere descalificar a quienes lo cuestionan. Para algunos, su actitud solo confirma lo que ya sospechaban: la película no es una carta de amor a México, sino una visión exótica desde la perspectiva europea.
Lejos de limpiar la imagen del filme, las palabras del director refuerzan la idea de que Emilia Pérez es una obra que busca ser de culto, pero que en realidad ha ofendido a muchos. Mientras Audiard insiste en su visión artística, el debate sobre la apropiación cultural y la representación en el cine sigue más vivo que nunca.