A solo cinco días de la ceremonia de los Oscar, 172 nominados, entre ellos estrellas como Demi Moore, Zoe Saldaña, Adrien Brody y Timothée Chalamet, se reunieron en el Museo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Los Ángeles. Sin embargo, este año no fue el tradicional almuerzo en el Beverly Hilton, sino una improvisada “Cena de los nominados”, tras la cancelación del evento original debido a los incendios en Hollywood.
La velada estuvo marcada por grandes ausencias, como la de la española Karla Sofía Gascón, nominada a Mejor Actriz por Emilia Pérez y envuelta en polémica por antiguos tuits racistas, y Kieran Culkin, aspirante al Oscar a Mejor Actor de Reparto por A Real Pain. Aun así, la noche estuvo llena de glamour y emociones previas a la gran premiación.
El chef Wolfgang Puck se encargó del menú, deleitando a los asistentes con bistec estilo Nueva York, salmón asado, pollo jidori y ñoquis a la pimienta negra. Entre cócteles y conversaciones, los nominados intercambiaron impresiones y templaron los nervios antes de la noche más esperada del cine.
Además, la velada tuvo un inesperado aire de gala, con varias estrellas llegando en trajes y vestidos deslumbrantes. Ariana Grande, Sebastián Stan, Demi Moore y Timothée Chalamet fueron algunos de los que sorprendieron con sus elegantes outfits, dándole un toque aún más cinematográfico a la cena.