Después de meses de rumores y especulaciones, Jenna Ortega finalmente explicó por qué decidió dejar la franquicia de Scream, justo cuando su carrera está en uno de sus momentos más exitosos. En una reciente entrevista, Ortega fue clara y directa: su salida no tuvo nada que ver con temas salariales ni de agenda, sino con la crisis interna que vivía la producción tras la salida de Melissa Barrera y otros miembros clave.
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“Estaba pasando lo de Melissa, y todo se estaba desmoronando”, confesó Jenna. “Si Scream VII no iba a contar con el equipo de directores y esa gente de la que me enamoré, entonces no me parecía la decisión correcta en mi carrera en ese momento”. Su declaración deja en evidencia que la ruptura fue más emocional que profesional.

El despido de Melissa Barrera por sus comentarios sobre el conflicto en Gaza desató una ola de reacciones y provocó cambios drásticos dentro del proyecto. La producción, sin rumbo y sin varias de sus figuras principales, perdió también a sus directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, pilares del nuevo enfoque de la saga. Jenna, quien había ganado gran popularidad como Tara Carpenter, no quiso seguir sin ellos.

Con Ortega fuera, y Barrera también, el futuro de Scream VII es cada vez más incierto. Aunque ya hay rumores sobre nuevos fichajes y un reboot encubierto, los fans no olvidan lo que pudo haber sido una trilogía moderna con dos protagonistas poderosas al frente.