Una nueva aventura animada aterriza en los cines de Guatemala y trae de regreso a dos íconos del humor clásico: el pato Lucas y el puerquito Porky. En Looney Tunes: El día que la Tierra explotó, los inseparables amigos deben salvar al planeta de una invasión alienígena… a su manera: con mucha locura, gritos, disparates y ese humor absurdo que marcó a generaciones.
Lo mejor de esta cinta es lo fiel que se siente al estilo clásico de los cartoons de los años 60 y 70. La animación es fluida, el ritmo ágil y los gags visuales recuerdan a los mejores momentos de la era dorada de los Looney Tunes. El humor está bien medido para enganchar tanto a niños como adultos, y el doblaje en español es un verdadero regalo para los fans de siempre, con las clásicas voces de Porky y Lucas de regreso. La dinámica entre ambos personajes funciona tan bien que uno ni se acuerda de Bugs Bunny ni de los demás del grupo.
Eso sí, la película puede sentirse un poco más larga de lo necesario para una historia tan sencilla. Hay algunos chistes que se repiten y no todos tienen el mismo impacto, pero el ritmo general logra mantener la atención hasta el final.
En resumen, El día que la Tierra explotó es una carta de amor al legado de los Looney Tunes. Es perfecta para que los niños conozcan a estos personajes por primera vez, y para que los adultos revivan su infancia. Una comedia familiar explosiva que vale la pena ver en pantalla grande.