El rapero estadounidense Sean Combs, conocido como P. Diddy, busca apoyarse en evaluaciones de expertos para argumentar que su capacidad mental estaba alterada por el consumo de drogas y alcohol al momento de los presuntos delitos por los que se le acusa. Según documentos judiciales, la defensa pretende demostrar que el artista no tenía la “capacidad mental” necesaria para formar la intención criminal o mens rea.
Ante esta estrategia, los fiscales han presentado una moción para impedir que se introduzca ese tipo de testimonio en el juicio, al considerar que podría desviar la atención del caso. Combs, quien ha sido objeto de más de 30 demandas por supuesta conducta sexual inapropiada, mantiene su inocencia.
Actualmente, se encuentra recluido en un centro penitenciario en Brooklyn, a la espera de su juicio por cargos federales de delitos sexuales, programado para el lunes 5 de mayo en Nueva York.