Rob Liefeld, el hombre que dio vida a Deadpool, ha decidido cortar lazos con Marvel tras más de 30 años de colaboración. ¿El motivo? Una serie de malos tratos por parte del estudio, que culminaron en una humillante experiencia durante la premiere de Deadpool & Wolverine.
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Según contó el propio Liefeld, al llegar al evento en julio, intentó ingresar a la after party junto a su familia, pero le negaron la entrada porque no estaba invitado, a pesar de ser el creador del personaje que hizo posible la película. Como si eso no fuera suficiente, Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, ni siquiera lo saludó en la alfombra roja.

Pero el conflicto no empezó ahí. Liefeld reveló que desde hace tiempo ha tenido problemas con Marvel y que Feige no respeta a los creadores de cómics. “Kevin Feige no trata bien a los creadores de cómics. Esa es mi experiencia personal”, declaró.
Tras este episodio, Liefeld ha dejado claro que no tiene intención de volver a trabajar con Marvel. Su caso reabre el debate sobre cómo la industria trata a los artistas que dieron vida a los personajes más icónicos del cine de superhéroes. ¿Merecen más reconocimiento o seguirán siendo relegados a un segundo plano?