Los Patriotas de Nueva Inglaterra fueron acusados de usar balones desinflados intencionalmente, en la final de la American Football Conference (AFC) ante los Colts de Indianapolis. Foto: Getty Images
Los balones oficiales para los partidos de la NFL deben estar inflados a cierta presión, pero los que fueron usados en la final de la AFC estaban “desinflados”, según reportes de los propios Colts. Foto: Getty Images
Según un informe de Ted Wells, investigador independiente del caso, 11 de los 12 balones usados en el partido entre Patriots y Colts no estuvieron bien inflados. Foto: Getty Images
El escándalo apuntó hacia Tom Brady, mariscal de campo de los Patriots, como uno de los principales responsables. Foto: Getty Images
Aunque Brady no fue el directo responsable de desinflar los balones, sí tenía conocimiento de ello. Foto: Getty Images
El escándalo surgió antes del Super Bowl, el cual fue ganado por los Patriots a los Seahawks de Seattle. Foto: Getty Images
El dueño de los “Pats”, Robert Kraft, defendió a su equipo y aseguró que no hicieron nada inapropiado ni ilegal rumbo al Super Bowl XLIX. Foto: Getty Images
Pero Kraft dejó en claro que si eran castigados, lo aceptarían sin problemas. Foto: Getty Images
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Tom Brady, mariscal de campo de los Patriotas de Nueva Inglaterra, fue suspendido por cuatro partidos en la temporada 2015 por su participación en el escándalo de balones desinflados, también conocido como “deflategate” en los medios de comunicación.
A través de un comunicado de prensa, la NFL anunció el castigo de Brady, por violar la integridad del juego, el cual es de cuatro partidos oficiales sin goce de sueldo. Sin embargo, esto no le impedirá al mariscal de campo participar libremente el resto de la temporada, ni en los juegos de preparación.
Los Patriotas también recibieron una sanción, la cual consiste en una multa económica de un millón de dólares y la pérdida de la primera selección en el Draft de 2016, y la cuarta en el de 2017.
Tras su victoria ante los Colts de Indianápolis en la final de la AFC en enero pasado, los Patriotas fueron acusados de usar balones que no estaban inflados de la manera permitida por la NFL, y que les otorgó una ventaja ilegal en el juego.