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La sonrisa aún prevalece en su rostro, ni el frío ni la ansiedad han logrado borrarla. Y es que la noche del miércoles Jean Márquez vivió un juego especial, no solo porque salió con el gafete de capitán ante Honduras, sino porque anotó el segundo tanto del 3-1, pero el reloj no se detiene y ahora ya piensa en el Clásico 291.
“Estoy contento pero no solo porque ganamos, sino porque jugamos bien y eso nos hace creer que podemos hacer bien las cosas. A pesar que empezamos en desventaja, supimos mantener la personalidad y seguir creyendo en la idea de juego que el profe (Walter Claverí) quiere para la Selección”, dijo Márquez después del entreno con los cremas, en el que solo hizo trabajo regenerativo.
“A pesar de que era una noche fría por el clima, quiero agradecerle a la afición que se hizo presente, se requiere de mucho valor para estar en el estadio en esas condiciones. Mi esposa me contó que incluso habían personas con sus bebés, y eso solo nos hace sentirnos orgullosos. Ojalá podamos todosunirnos e ir en busca de nuestros sueños”, agregó.
Pero Márquez no tiene mucho tiempo para pensar en el resultado, porque este sábado seguro formará parte del equipo de Iván Sopegno en el Clásico 291.
“Recuerdo que en mi primer clásico no me fue bien porque perdimos, pero se ha venido una seguidilla de clásicos en los que hemos mantenido cierta superioridad y queremos seguir en esa línea. No hay miedo, pero si ansiedad porque quisiera estar ya en el partido y evitar estas horas previas, pero ya llegará el momento del partido y daremos lo mejor”, aseguró el jalapaneco.