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Su anotación hizo vibrar el estadio David Cordón Hichos, cuando en el minuto 60 rompió el empate ante Municipal, y abrió el camino para el triunfo (2-0). Ahora el delantero argentino de Guastatoya Nicolás Kissner disfruta de la vida y del futbol, que lo apasiona, pero no siempre fue todo felicidad.
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El delantero pasó días muy oscuros en su natal Argentina, y ayer después del triunfo ante los rojos, volvió a recordarlos, aunque esta vez, dando gracias a Dios. “Cada noche y cada mañana me levanto agradecido por el apoyo de todos los que me ayudaron y sin conocerme donaron su sangre“, le dijo a Emisoras Unidas, el segundo goleador del equipo pecho amarillo.
Y es que hace tres años, Nicolás estuvo al borde de la muerte cuando una hemorragia interna lo dejó con solo un litro de sangre, cuando usualmente son 5 los que el cuerpo debe mantener. Todo ocurrió durante un entrenamiento con el Sportivo Italiano.
“Luego de estar con molestias todo el fin de semana, Kissner sufrió un desmayo en el entrenamiento del lunes debido a una hemorragia, digestiva, generada por dos úlceras de estómago, lo que provocó la baja de los glóbulos rojos y debilidad corporal”, publicaron entonces varios medios argentinos.
“Agradezco a mi familia por todo el sacrificio en Ciudad de Plata y a todo Bordenave, un pueblo que me vio crecer y me dio todo para llegar a donde estoy ahora. “Ahora disfruto cada día, agradezco a todos las personas que me salvaron la vida, eso me hizo más fuerte, hoy puedo disfrutar cada momento por todo esto”, agregó Kissner en el David Cordón Hichos.
Gracias a la victoria del equipo pecho amarillo este domingo, Guastatoya se ubica en la quinta posición de la tabla, lo que de momento le da acceso a la liguilla final, cuando falta una jornada para el cierre de la fase de clasificación del Torneo Clausura.