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Nadie duda que el brasileño Pelé y los argentinos Diego Maradona y Lionel Messi marcaron una época en el fútbol, pero los tres tienen una espina clavada con la Copa América. Por diferentes circunstancias, ninguno de los tres astros sudamericanos pudo levantar el trofeo continental.
El primero en sufrir la maldición fue Pelé. En 1959, un año después de su irrupción mundial con el título de Suecia 1958, el astro brasileño llegó a Buenos Aires para disputar el Sudamericano, con la base de la selección que había celebrado el año anterior.
Por más que resultó el goleador del torneo con ocho tantos y fue elegido el mejor jugador del campeonato, Pelé se fue frustrado porque Brasil, en un torneo todos contra todos, finalizó segundo, a un punto de Argentina, después de igualar 1-1 con un gol suyo en el último encuentro.
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El empate inicial 2-2 ante Perú terminó siendo determinante para las aspiraciones brasileñas, porque Argentina ganó todos sus compromisos y llegó al partido decisivo con la ventaja de que el empate lo consagraba campeón.
Por más que apenas tenía 18 años, ese Sudamericano, como se conocía entonces a la Copa América, fue el único que disputó Pelé. Ese mismo año, para la edición extraordinaria en Ecuador, la Confederación Brasileña decidió llevar a una selección integrada en su mayoría por futbolistas de Pernambuco.
Cuatro años más tarde, los campeones mundiales de Chile 1962 no integraron el plantel brasileño que disputó el Sudamericano de Bolivia, por lo que Pelé ya acumulaba dos Mundiales, pero ningún trofeo continental.
Para la edición de 1967 en Uruguay, el fútbol sudamericano atravesaba un dura crisis dirigencial, que motivó que apenas participaran seis equipos, entre los que no estaba Brasil.
Y como los conflictos se agravaron tanto que el torneo continental de selecciones no se volvió a jugar hasta 1975, Pelé ya no tuvo la ocasión de jugarlo y, obviamente, de ganarlo.
Distinta fue la historia para Maradona, que participó en tres Copas Américas. La primera, en 1979, fue un banco de pruebas para el entrenador César Luis Menotti, que casi no utilizó a los campeones mundiales del año anterior.
Argentina y Maradona se despidieron en la fase de grupos después de las derrotas como visitante ante Bolivia y Brasil y un triunfo y un empate en casa. Lo más recordado de esa participación es que el astro utilizó en dos partidos la camiseta seis, una rareza en su trayectoria caracterizada por la casaca diez. La curiosa decisión de numerar a los futbolistas por orden alfabético inverso determinó que Maradona anotara su primer gol en una Copa América en el 3-0 en casa ante Bolivia con el seis en su espalda.
Ausente en la edición de 1983, el entonces futbolista del Napoli regresó al torneo continental en 1987, ya consagrado como campeón del mundo y mejor jugador del planeta. Sin embargo, el certamen en casa fue una frustración enorme, con una prematura eliminación a manos de Uruguay en semifinales y un cuarto puesto con gusto a casi nada tras perder con la Colombia del “Pibe” Valderrama. Un gol en el empate del debut ante Perú y un doblete en la goleada 3-0 a Ecuador fueron los únicos aportes relevantes del astro en aquel certamen.
No menos frustrante fue su última participación, dos años después en Brasil. Dos goles en siete partidos reflejaron el nivel del equipo en el certamen, aunque por cuestiones de azar Argentina se las ingenió para terminar tercero, detrás del campeón Brasil y el escolta Uruguay. El sello de Maradona estuvo en el encuentro de la ronda final ante los uruguayos en el Maracaná, cuando estuvo a punto de anotar un gol desde el círculo central, pero su remate pegó en el travesaño.
Para la edición de 1991, Maradona estaba purgando su primera suspensión por doping, mientras que en 1993 se encontraba distanciado del entonces seleccionador argentino, Alfio Basile, al que le dejó una frase inolvidable en aquel momento: “Basile se emborrachó con dos Copas Américas”, en referencia a los dos títulos logrados por el entrenador, casualmente los últimos conquistados por Argentina.
Más acá en el tiempo, la maldición de la Copa América parece haberse apoderado de Messi. Su primera intervención se dio en 2007, con un equipo que brilló con fútbol y goles hasta la final, pero que en la definición cayó por un contundente 3-0 ante Brasil.
Como Maradona en 1987, Messi, ganador a esa altura de dos Balones de Oro de la FIFA, padeció una enorme frustración en casa en la edición de 2011, cuando Argentina se despidió en cuartos después de perder por penales con Uruguay.
Sin convertir goles en el torneo, silbado por los hinchas y cuestionado por la prensa, el astro del Barcelona vivió su momento más duro en la selección, e incluso fueron fuertes los rumores sobre un impasse con la albiceleste, algo que finalmente no ocurrió.
La revancha pareció que llegaría en Chile 2015, pero, como le había pasado en el Mundial de Brasil, la final no tuvo el desenlace deseado. Argentina cayó por penales ante Chile y el delantero continuó con su mala fortuna, sin haber podido levantar ni un solo trofeo con su selección.
Sin embargo, estos tres astros del fútbol, donde Messi aún tiene opciones de obtener el torneo, no son los únicos que no han podido quedarse con el torneo continental y la maldición también le llegó a jugadores como Elías Figueroa, Carlos Valderrama, José Luis Chilavert, Marco Etcheverry, Alex Aguinaga o Garrincha.
Revisa en la galería las principales figuras que no han podido coronarse en la Copa América.