Vestido primero con los colores de Municipal y luego los de Comunicaciones, Ronaldinho Gaúcho demostró que aún tiene suficiente futbol y suficiente magia en sus piernas y se cubrió de los aplausos de la afición de Guatemala que lo vio más cerca que nunca este domingo en el estadio Cementos Progreso.
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Fue un domingo para no olvidar en el que “Dinho” compartió parte del talento que lo llevó a ser considerado una vez como el mejor jugador del planeta y al estrellato con clubes como el Paris Saint-Germain, el Barcelona, el AC Milan y la selección de su país con la que ganó la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002.
En el duelo que terminó empatado 2-2, Ronaldinho no marcó gol, pero si maravilló a los presentes con sus toques de balón, con sus fintas, un “sombrerito” y el cobro de un tiro libre en la primera parte cuando jugó para los ediles.
También fue parte del protocolo de premiación para el club que ganó el torneo organizado por uno de los patrocinadores y los jugadores no desaprovecharon la oportunidad de compartir con él. Algunos intentaron llegar a él al haber burlado la seguridad para tomarse un “selfie” o pedirle un autógrafo.
“Muchas gracias, Guatemala, me he sentido muy querido por todos aquí y estoy muy agradecido por todo lo que me han dado, hasta siempre”, declaró el brasileño quien además del partido del domingo participó en una conferencia de prensa y en una conviviencia con niños y jóvenes futbolistas que pertenecen a las academias del patrocinador principal del evento.
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