Michael Phelps quiere estar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 pero esta vez no estará en las piscinas como tenía acostumbrados a sus seguidores, prefiere hacerlo de otra forma, así que ya se alista para el nuevo reto.
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Y es que "el Tiburón" de Baltimore que se retiró de la competición de alto nivel después de los Juegos de Rio 2016, ahora cuenta con su propia línea de trajes de bañadores y espera ver a los grandes de la natación, luciendo alguno de ellos, en la cita que se llevará a cabo den Japón.
Su conteo de medallas de oro olímpicas permanecerá en 23 (28 preseas en total), lo que lo convierte en el deportista con más títulos de toda la historia olímpica.
Todos sus seguidores esperaban que de alguna manera Phelps se mantuviera ligado a la natación, y decidió hacerlo, pero esta vez desde el mundo del textil.
"Se ha convertido en una pasión, a la que dedico mucho tiempo y energía", explicó cerca de la piscina Molitor de París. "Me gusta estar cerca de la natación. Será así el resto de mi vida y me gusta que sea así", afirmó Phelps, quien en Rio consiguió cinco preseas de oro con su propia línea de bañadores.
Experiencia acompaña su línea de bañadores
"Tenía más confianza en mi natación tras haber participado en la concepción de mis bañadores", explica sobre esa vivencia del pasado año en Brasil. En 2012, después de los Juegos Olímpicos de Londres, anunció su retirada, pero dos años más tarde se volvió a pensar la cuestión y regresó a la competición.
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Ahora espera aprovechar su "larga experiencia" para conseguir bañadores de competición que ayuden a los nuevos campeones.
En su día a día, Phelps tiene ahora reuniones en una sala de oficina "con un grupo de ingenieros y un equipo que realiza el diseño" de los productos. "Una experiencia loca", admite.
*Información de AFP