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En los deportes de contacto es común ver a un hombre ser el instructor, aparentemente porque se necesita de una persona que transmita disciplina, seriedad, tenga carácter fuerte para poder formar atletas de alto rendimiento.
Pero ese paradigma fue roto por la karateca nacional Cheili González, quien desde los 16 años y en los comienzo de su carrera, dio un golpe de autoridad y dejó claro que no hay barreras para que una mujer pueda asumir la responsabilidad de ser la guía de quienes buscan formarse dentro de esta disciplina.
“Este un gran reto, desde los 16 años vengo combinando mi preparación con la de entrenar a atletas, es un trabajo muy fuerte, porque yo aún sigo con mi carrera y no es lo mismo prepararse uno que entrenar a otros, pero nos ha ido bien y los atletas que tengo a mi cargo, han cosechado medallas en campeonatos mundiales y centroamericanos”, dijo la medallista panamericana y mundial.
González es uno de muchos ejemplos de mujeres que hoy conmemoran su día, han roto las barreras machistas y con su buen trabajo y dedicación se han ganado un respeto dentro de la sociedad.
Muestra de ello, es que hoy su equipo de trabajo es el mismo con el que ella se formado y alcanzado muchos logros a nivel internacional y Cheili está a la cabeza del proyecto de formación de talentos dentro del karate nacional.
“Gracias a Dios sigo compitiendo, pero ya formar atletas de alto rendimiento es otra labor de prepararlos no solo física sino mentalmente, hemos hecho un buen trabajo, por ello que tengo a mi lado un bonito equipo conformado por quienes me entrenan, mis preparadores físicos Werner Argueta y Miguel Ángel Barillas junto a mi entrenador Douglas De Broy, trabajamos en conjunto para que nuestros alumnos tanto juveniles como mayores cosechen los mejores resultados en las competencias a nivel internacional”.
“La mayoría de entrenadores son hombres en el país y a veces los buscan porque tienen carácter fuerte, pero también como mujer y con la experiencia adquirida he podido tener buenos resultados con mis atletas. Tengo desde los cuatro años a Allan Maldonado y hoy tiene 22 y ha cosechado grandes triunfo para el país”.
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“Cuando empezaba a dar clases, muchos papás no dejaban a sus hijo por el simple hecho de ver que tendrían a una mujer como entrenadora, pero el trabajo se vio reflejado y posteriormente nos fuimos ganando la confianza y junto a mi equipo de trabajo tenemos un bonito grupo de alumnos”, sentenció la karateca nacional.