Luego de haber cumplido con su primera participación del año en la búsqueda de clasificarse a la Copa Panamericana y el Mundial de Atletismo de Londres 2017, la marchista guatemalteca Jamy Amarilis Franco hizo un llamado por medio de su perfil en Facebook para obtener el respaldo económico que necesita para costear sus entrenamientos.
PUBLICIDAD
Franco, medallista de oro en las justas del continente en 2011, se entrena en Colombia junto con el preparador Marcelino Pastrana y comunicó luego de su actuación el IAAF Challenge en Ciudad Juárez, México, que precisa de ayuda para asistir al Gran Premio de Rio Maior, en Portugal, y lograr el tiempo de 1:32.00 para clasificarse a ambos eventos.
"Amigos es un gusto saludarlos. Les cuento que ahora me encuentro en Colombia en un campamento. Me estoy preparando para las competencias internacionales. Debido a muchos inconvenientes que tuve del 2013 al 2016, no tuve participación en la marcha internacional y por ello las instituciones encargadas del deporte aún no me apoyan económicamente con campamentos. Es por ello que hoy vengo a tocar la puerta de las empresas o personas, para que me ayuden económicamente a mantenerme dos meses más en Colombia entrenando y poder viajar a Portugal, del 26 al 3 de Abril, donde el 1 de abril sueño con hacer el tiempo que me exigen para competir en el Panamericano de Marcha en Perú (12-14 de mayo)", escribió.
"Para mantenerme en Colombia e ir a Portugal, necesito ayuda económica y por eso hoy quiero subastar la medalla de oro que conseguí en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Es la primera vez en la historia que una mujer gana el primer lugar en la marcha atlética en este evento", agregó Franco quien asistió al Mundial de Daegu, Corea del Sur, en 2011.
En la misma forma, la atleta anunció que ofrecerá implementos deportivos que ha usado en eventos del Ciclo Olímpico y compartir su historia de éxito con un posible patrocinador.
"Además, la empresa o empresas que me ayuden les donaré los uniformes de los Panamericanos 2011 y los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que son de gran valor sentimental para mi. Y por último, les ofrezco ir a la empresa o empresa que me ayuden a dar una charla motivacional a los empleados.
"Para mí no es fácil tomar la decisión de desprenderme de la medallas y los uniformes, pero también estoy segura que con la preparación que estoy teniendo llegarán más medallas para el país.
Hoy más que nunca tengo más fuerza, conozco de mis capacidades y sé que los triunfos están ahí y no me cansaré luchar para obtenerlos", concluyó la marchista.