De la mano de sus nuevos inversores chinos, el AC Milan busca un renacimiento que le permita volver a la Champions League y recuperar su título como uno de los clubes más temidos del continente europeo.
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El club italiano se ha convertido en el gran animador del mercado veraniego y ha dado un verdadero golpe de talonario anunciando hasta cuatro contrataciones.
El primero en llegar fue el zaguero argentino Mateo Musacchio, quien llegó del Villarreal por 18 millones de euros; el segundo fue el mediocampista marfileño Frank Yannick Kessié, cedido del Atalanta, y la semana pasada se anunciaba el traspaso del lateral suizo Ricardo Rodríguez, procedente del Wolfsburgo por una cantidad también cercana a los 18 millones de euros.
El último en arribar a San Siro ha sido prometedor delantero portugués, André Silva, señalado como uno de los atacantes con más futuro y una de las perlas del Oporto. Firma un contrato por los próximos cinco años, hasta 2022.
El traspaso se cerró en 38 millones de euros, que podrían aumentar a 40 en concepto de bonus.
El delantero de 21 años debutó en el primer equipo del Oporto en enero de 2016, impulsado por el técnico español Julen Lopetegui. Poco a poco se ganó el puesto de titular y eventualmente se convirtió en un verdadero "killer" del área, anotando 21 goles en 44 partidos la pasada temporada.
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Silva forma parte, además, de los 23 convocados de Portugal para la Copa de las Confederaciones 2017, en detrimento de Éder, el héroe del título europeo luso conseguido en 2016.
