Cuando se encontraba disfrutando de unos días de descanso en las islas Baleares, Cristiano Ronaldo tuvo que lidiar el martes con aduanas, luego de que varios agentes abordaran el yate que había alquilado para navegar junto a su familia. Esto, según fuentes citadas por El País, en el marco de una inspección de rutina.
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El jugador del Real Madrid regresaba de pasear un día en Formentera cuando los agentes realizaron el control. Sin embargo, las fuentes descartaron que este tipo de procedimientos afecten a los usuarios de las embarcaciones.
"Es un control rutinario. Se hace todos los veranos en Baleares. No afecta a los usuarios de las embarcaciones".
Estas comprobaciones se realizan "en relación con el impuesto de matriculaciones" de las empresas dedicadas al alquiler de embarcaciones, añadieron las fuentes.
La revista ¡Hola! publicó fotografías en las que se puede ver a agentes aduaneros acercándose al yate y subiendo a bordo, aunque en ningún momento se ve al jugador durante la inspección.
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"Ronaldo mantuvo la calma y en ningún momento se levantó para hablar con los agentes e interesarse por lo que estaba ocurriendo. Él estuvo con su novia, Georgina, y su madre, Dolores Aveiro, con quién se le vio charlando en el interior del yate", afirmó la revista.
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Desde el club de Chamartín han expresado su preocupación por la presión a la que está siendo sometido el jugador, investigado por supuestamente defraudar a Hacienda por 14.7 millones de euros. Ronaldo ha declarado ya su intención de recurrir la decisión de la entidad y de no firmar en conformidad, como desearían los inspectores.
Esta situación, además, ha tensado aún más su situación en España, en momentos donde su futuro como jugador blanco todavía no está claro. Clubes como Chelsea, Paris Saint-Germain y el Manchester United se han interesado en sus servicios y siguen muy de cerca el entorno del jugador.
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