Londres, Inglaterra. Rivero, nacido en San Marcos dio un golpe muy fuerte que lo puso en el mapa de la élite de Guatemala y la región con su triunfo en el Maratón de Miami, en 2013.
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Pocos sabían que era la primera vez que el corredor disputaba la extenuante prueba de 42 kilómetros y fue una grata sorpresa que luego se convirtió en su confirmación al haber ganado el evento por segunda vez en 2015.
Pero uno de los dos retos que el atleta se propuso en su carrera: participar en un Mundial de Atletismo comenzó a concretarse cuando logró este año, su clasificación durante el Maratón de Róterdam, Países Bajos, en el que detuvo el cronómetro en 2:16.31, el mejor registro de su carrera.
La oportunidad de rozarse contra los mejores del planeta es algo que no pasa desapercibido para Rivero quien en la ruta estará acompañado por José Amado García y Juan Carlos Trujillo, dos experimentados en el Campeonato Mundial, de quienes trata de aprender lo más posible.
La espera más especial
Una motivación más que importante acompañará este domingo (3:55 horas en Guatemala) a Rivero en el recorrido por las calles londinenses que comenzará y concluirá en el Puente de la Torre, uno de los íconos de la ciudad.
Junto con su esposa Meyli Ochoa, el fondista de 31 años, espera la llegada de su hijo que también se llamará Luis Carlos, la cual tendrá lugar a finales de mes en su ciudad natal.
La decisión de que lleve los mismos nombres que él, asegura, la tomó en conjunto con su esposa por motivos muy especiales al igual que cuando eligieron los de Luisa Sharlet, de 7 años, su primera hija.
"Las cosas se dieron así para que luego del Mundial pueda estar con mi familia y recibir a nuestro bebé que es una bendición muy grande para nosotros", comparte el corredor.