Recompensa para el mejor futbolista del continente africano durante el año pasado: Mohamed Salah recibió este jueves el Balón de Oro de África 2017. El delantero egipcio superó en la elección a los otros dos finalistas, el senegalés Sadio Mané, su compañero en el Liverpool, y el gabonés Pierre-Emerick Aubameyang, del Borussia Dortmund.
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Salah, de 25 años, brilló tanto en los estadios africanos como en los europeos. En las competiciones de clubes, destacó con la Roma y luego con el Liverpool, equipo al que se unió a principios de temporada y con el que se está convirtiendo en una estrella de talla mundial.
Con su selección, además, alcanzó la final de la Copa Africana de Naciones (CAN) en febrero y, sobre todo, contribuyó a la clasificación de los "faraones" al Mundial de Rusia 2018. Los egipcios volverán a una Copa del Mundo 28 años después de su última participación.
La esperanza de Egipto
El hecho de que Salah haya tenido éxito pese a todo es tomado por sus compatriotas como una señal de esperanza para un país golpeado por años de disturbios, terrorismo y una profunda crisis económica. Para muchos de los 95 millones de egipcios, además, Salah ofrece una válvula de escape por medio del deporte.
Raramente pasa un día sin que Salah aparezca en las portadas de los periódicos locales. Los lúgubres reportes por lo general ceden paso a noticias más alentadoras sobre la manera en que el futbolista de 25 años, oriundo de una remota aldea frente al delta del Nilo, al norte de El Cairo, ha brillado en la Premier en sus primeros seis meses con el Liverpool.
El astro africano anotó 20 goles en sus primeros 26 juegos con club inglés, algo que solo un jugador en los 125 años de historia del Liverpool ha logrado (George Allan en 19 partidos, en 1895).
En contexto, el diario egipcio Al-Watan dedicó 9 de sus 16 páginas de la edición de Año Nuevo al jugador.
Según la agencia AP, el fenómeno Salah incluso ha generado una mejoría de los niveles de las escuelas de fútbol, y los debates en los medios tocan una amplia variedad de temas relacionados con él, desde los valores del compromiso y la disciplina hasta por qué Egipto debe apoyar a los modelos a seguir.
