Revuelo en la capital francesa por las palabras de Joana Sanz, esposa de Dani Alves, en Instagram. La modelo canaria "incendió" las redes sociales con las postales que compartió de sus vacaciones en Florianópolis, donde pasó las fiestas de fin de año junto a su marido.
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Sanz robó suspiros con varias fotografías en las que presumió su envidiable figura, mientras disfrutaba del clima tropical de Brasil. Sin embargo, hubo una instantánea que resaltó entre las demás, especialmente por el mensaje que la acompañaba:
"¿Por qué no nos podemos quedar en el verano, @danialves? No quiero volver a ser 'frozen'", escribió la joven, haciendo alusión al frío que se vive en Francia.
Las palabras de Sanz generaron suspicacias en torno al futuro del lateral del Paris Saint-Germain (PSG), aunque estas se desvanecieron rápidamente. Si bien es cierto que la modelo no quiere regresar a Francia (aún), no es porque no esté a gusto en la capital gala o porque no desee que Alves siga militando en el conjunto de la Ligue 1. El problema es otro: Joana no quiere retornar al helado clima europeo tras pasar la Nochevieja en su tierra natal, en la playa y bajo el sol.
De vuelta al trabajo
Pese a la petición de su pareja, Alves regresó el miércoles a los entrenamientos con el PSG. El equipo tenía previsto volver al trabajo el martes, pero finalmente los jugadores disfrutaron de un día más de vacaciones.
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A la sesión solo se ausentaron el uruguayo Edinson Cavani y el argentino Javier Pastore. El resto de jugadores sudamericanos, entre ellos Alves y su compatriota Neymar, y los argentinos Ángel Di María y Giovani Lo Celso, sí estuvieron presentes en la sesión llevada a cabo en el Camp de Loges de Saint-Germain-en-Laye.
El próximo partido del club parisino será este domingo ante el Rennes, correspondiente a los treintaidosavos de final de la Copa de Francia.