Arsène Wenger fue suspendido tres partidos este viernes. Así lo confirmó la Federación Inglesa (FA), que decidió sancionar al entrenador francés por “mala conducta” después de sus palabras en contra del árbitro encargado de pitar el partido entre su equipo, el Arsenal, y el West Bromwich, el 31 de diciembre del año pasado.
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“El entrenador del Arsenal reconoció que su lenguaje y su comportamiento hacia los árbitros del partido ante el West Bromwich el domingo fueron injuriosas, inapropiadas, y ponían en duda la integridad del árbitro”, justificó la FA, precisando que el timonel galo recibió, asimismo, una multa de 40 mil libras (unos 45 mil euros).
Wenger, de 68 años, criticó duramente al árbitro Mike Dean tras el partido contra el West Bromwich, después de que este señalara un penal en contra de los londinenses en los instantes finales del duelo.
“Fue algo muy frustrante. Lo más frustrante para mí es que ha pasado varias veces esta temporada, contra el Stoke, el Watford, el Mánchester City y ahora contra el West Brom. Es por eso que me quedé descontento” por ese penal, dijo el entrenador francés en rueda de prensa, asegurando que el árbitro “vio lo que quiso”.
El técnico alsaciano mantuvo sus palabras el miércoles, al término del empate 2-2 ante el Chelsea, marcado por un nuevo penal dudoso en contra del Arsenal. Wenger calificó entonces la decisión de “grotesca” por esa pena máxima, tras una falta de Héctor Bellerín sobre Eden Hazard.