Espanyol y Barcelona se enfrentaron este domingo en el marco de la jornada 22 de LaLiga Santander, en lo que significaba el cuarto derbi catalán en lo que va de temporada.
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Con un balance de dos derrotas y una victoria, los “periquitos” llegaban a este nuevo duelo contra sus rivales azulgranas con la intención de cobrarse revancha, luego de que fueron eliminados en los cuartos de final de la Copa del Rey a manos de los de Ernesto Valverde.
Como mínimo, el Espanyol buscaba sacar puntos de su cancha y rescatar un resultado que le permitiera alejarse de los puestos de descenso. Y así fue.
Los locales complicaron al Barça desde el principio de un partido que se relantizó debido a la lluvia en Cornellà-El Prat. Con Lionel Messi en la banca, a los culés les costó trabajo generar ocasiones, algo que más tarde fue aprovechado por los “periquitos”, quienes abrieron el marcador gracias a un letal cabezazo de Gerard Moreno (65').
El Barcelona apretó el acelerador para tratar de lograr el empate, pero el tiempo y las precarias condiciones del campo (mermado por el agua) dificultaban en enlace de su mediocampo.
Finalmente, el gol de la igualada apareció en una jugada de balón parado. Gerard Piqué se anticipó a la defensa del Espanyol y remató de cabeza tras un tiro de esquina desde la izquierda (82'). El zaguero catalán festejó el tanto llevándose el dedo a la boca y mandando a callar a la grada, que ya saboreaba la victoria. La celebración de Piqué generó polémica y fue duramente criticada por la afición local.
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El partido terminó en empate a uno.
En la próxima jornada, el Barcelona (que a mitad de semana debe viajar a Mestalla para la vuelta de las semifinales de Copa) recibirá al Getafe en el Camp Nou. El Espanyol hará lo propio recibiendo al Villarreal.