Finalmente se completó el círculo alrededor del comité ejecutivo de la Federación Nacional de Futbol y con el fin de la era de Véliz junto con su grupo.
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Al lado del presidente se marcharon el secretario Manuel Polanco, el tesorero Eduardo Navas, el vocal I Carlos Fernández y el vocal II Walfre Minera.
Esta acción fue tomada de acuerdo con el mandato de la FIFA que anticipó que nombrará una misión en conjunto con la Concacaf para verificar la vigencia y validez de los estatutos avalados en forma reciente.
El órgano rector del futbol mundial dejó en claro que no reconocería la autoridad de Véliz y su grupo, así como ninguna otra que no fuera electa bajo los estatutos nuevos.
Aunque estuvieron ausentes asambleístas de clubes como Antigua GFC, Siquinalá y Xelajú MC, 42 de los 66 miembros convocados, validaron las renuncias.
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A la espera de respuestas Max Solórzano, secretario general administrativo de la Fedefut, tocó un punto en el que solicitó la intervención de la asamblea para conocer qué se hará mientras que llega al país la misión conjunta de la FIFA y la Concacaf.
Solórzano sugirió la convocatoria a una nueva Asamblea Extraordinaria, lo cual fue discutido por no ser un punto en la agenda y, ante la sugerencia de que CDAG intervenga, fue rechazado, debido a que podría acarrear nuevas consecuencias al balompié local.
Después de la intervención de los representantes de Municipal y Comunicaciones, Solórzano desistió y anunció que esperará las instrucciones de la FIFA y/o la Concacaf.
