En el Mundial de Francia 1998, Didider Deschamps fue el capitán de la selección gala, en ese tiempo era uno de los mejores mediocampistas que había en Europa y terminó consagrándose en casa al ganar el trofeo más codiciado del torneo que organiza la FIFA.
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La Copa del Mundo marcó un momento inolvidable en su vida y para todo el país francés que celebró en casa la obtención de su primer título Mundial. Hoy, 20 años después Deschamps volvió a tener entre sus manos el preciado trofeo, pero ahora como técnico de su país y así escribió su propia historia la ser el único en ganar dos veces el Mundial, luego de que Francia derrota en esta ocasión a Croacia en la edición de Rusia 2018..
Dicho logro, lo convierte en el tercer personaje en ganar la Copa del Mundo como jugador y como técnico, igualando a lo hecho por el brasileño Mario "Lobo" Zagallo y al alemán Franz Beckenbauer.
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De hecho, Deschamps cuando fue campeón como jugador, su equipo derrotó a Brasil que era dirigido por el propio Zagallo y así evitó que el brasileño fuera el único en la historia, que se consagrara dos veces como técnico y como jugador.
Como jugador, el "Lobo" ganó los títulos de Suecia 1958 y Chile 1962 y como director técnico lo consiguió en el Mundial de México 1970, cabe mencionar que Zagallo vio debutar a Pelé en un Mundial y despedirse del mismo, el edición que consagró a la "Canarinha" como entrenador.
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Mientras que Beckenbauer, fue el líder de la selección alemana que ganó su segundo Mundial en casa en 1974. "El Káiser" saboreó las mieles del triunfo como campeón mundial por segunda ocasión, cuando dirigió a los germanos en la Copa del Mundo de Italia 1990 y derrotó en la final a la selección de Argentina que llegó como campeona defensora y de la mano de Diego Armando Maradona.
Para el francés la clave del triunfo de su selección en esta Copa del Mundo, fue el haber eliminado a Argentina y a Lionel Messi, eso les dio mucha confianza para creer que podían llegar a ser campeones y así en lo personal pegarse a dos figuras históricas como las ya mencionadas.
"Ganarle a Argentina dio mucha fuerza a mis jugadores, aunque la euforia se podría haber pagado cinco días más tarde (contra Uruguay en cuartos), pero este grupo ha demostrado tanta hambre por llegar aquí que es lo que explica esta apoteosis", indicó.
