Tras cuajar una poco favorable pretemporada en Estados Unidos, donde quedó como colista de la International Champions Cup 2018, el Barcelona enfrentaba este domingo su primer partido oficial con un trofeo de por medio.
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Los culés, campeones de LaLiga y la Copa del Rey, se medían al Sevilla, subcampeón copero, por el título de la Supercopa de España. El trofeo, que por primera vez se disputaba fuera de territorio español (en Tánger, Marruecos) y a un solo partido (normalmente se jugaba a ida y vuelta) representaba la primera prueba para los de Ernesto Valverde de cara al inicio del año futbolístico.
El inicio, no obstante, fue tambaleante para los azulgranas, que tuvieron que remontar un resultado adverso. Apenas al minuto 9, el español Pablo Sarabia abrió el marcador con un disparo colocado que venció al guardameta Marc-André Ter Stegen. Tras breves momentos de incertidumbre, mientras la asistencia del videoarbitraje hacía su trabajo, el árbitro del partido finalmente convalidó la anotación.
El empate culé llegaría a 5 minutos del final de la primera mitad, luego de un tiro libre del argentino Lionel Messi que pegó en el poste. El rebote le quedó a modo al defensa Gerard Piqué, quien simplemente tuvo que empujar el balón hacia el fondo de las redes (41'). El árbitro volvió a consultar el videoarbitraje antes de dar como válida la anotación.
La segunda mitad fue mucho más pareja, con acciones para ambos equipos. Para el Barça, una de sus piezas más ofensivas, el francés Ousmane Dembélé, fue quien le dio el desequilibrio necesario para romper la ordenada defensa del Sevilla.
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El extremo galo, recientemente coronado como campeón del mundo en Rusia, quien encontró la llave para poner en ventaja a su equipo. Dembélé sacó un derechazo "endemoniado" que dejó sin opciones al portero checo Tomáš Vaclík.
El duelo también sirvió para el debut del chileno Arturo Vidal, flamante fichaje barcelonista proveniente del Bayern Múnich. El sudamericano ingresó al minuto 85 en sustitución de Dembélé.
Cuando el partido parecía encaminado a una victoria azulgrana, el árbitro sancionó una falta de Ter Stegen dentro del área que derivó en un penal a favor del Sevilla. El encargado de cobrar la pena máxima fue el francés Wissam Ben Yedder, pero este no logró darle dirección al balón y falló su disparo.
El error del cuadro hispalense le costó caro y le permitió al Barcelona quedarse con el 1-2 final y conquistar la decimotercera Supercopa de España de su historia.
Tras apropiarse de este título, el Barça debe encarar ahora el reto liguero, que para los actuales campeones dará inicio el próximo 18 de agosto, contra el Alavés.