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Ginóbili, el “Maradona del básquetbol argentino”, anuncia su retiro

La estrella de los Spurs de San Antonio, Emanuel Ginóbili, dirá adiós a las duelas tras una carrera en la que conquistó una medalla olímpica y cuatro campeonatos de la NBA.

Con 41 años de edad, y luego de cumplir una carrera profesional de 23 temporadas, con ciclos en Argentina e Italia, así como en los Spurs de San Antonio, Emanuel Ginóbili anuncia su retiro.

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Junto a Tim Duncan y Tony Parker, fue uno de los “Tres Grandes” de los Spurs, que dominaron la NBA durante varios años.

Con una gran mezcla de emociones les cuento que decidí retirarme del básquet”, escribió Ginóbili en Twitter. “ENORME GRATITUD para mi familia, amigos, compañeros, DTs (entrenadores), staff, aficionados y todos los que fueron parte de mi vida en estos 23 años. Fue un viaje fabuloso que superó cualquier tipo de sueño. GRACIAS!”.

Su retiro marca el final definitivo de una era para los Spurs. Duncan se retiró al final de la campaña de 2016 y Parker dejó el equipo el mes pasado para fichar por los Hornets de Charlotte.

Ginóbili promedio 13.3 puntos y 3.8 asistencias en 1 mil 57 partidos de la temporada regular. Fue seleccionado dos veces para el Juego de Estrellas y se consagró como el mejor suplente de la liga en 2008.

Líder de una “generación dorada”

Un superdotado técnicamente, Ginóbili acabó con las dudas que existían sobre él al liderar a Argentina al subcampeonato en el Mundial de Indianápolis en 2002.

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Con 25 años, dio el salto a Estados Unidos, y en 2004 firmó una de las mayores hazañas de la historia del deporte. En los Juegos Olímpicos de Atenas, en semifinales, la Albiceleste chocaba frente al combinado norteamericano, capitaneado por Duncan, Allen Iverson, Stephon Marbury y Lamar Odom, y en el que ya asomaban LeBron James y Dwyane Wade.

Pero, con 29 puntos de Ginóbili, secundado por Andrés Nocioni, Luis Scola o Fabricio Oberto, el “David” argentino batió al “Goliath” estadounidense (89-81) para avanzar a la final, en la que posteriormente se colgaría el oro al superar a Italia.

Se coronaba una generación dorada e irrepetible por sus hitos, pero también por su conexión con todo el país, solo comparable con aquella Argentina campeona del mundo en México 86. Y Ginóbili, premiado como mejor jugador del torneo, fue su “Maradona del básquetbol”.

*Con información de AFP y AP

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