El español Julen Lopetegui está un poco más en la cuerda floja, tras perder el sábado contra el Levante (2-1), aunque la dura semana con una partido de Liga de Campeones el martes contra el Viktoria Pilsen y el clásico contra el Barcelona parecen aplazar una eventual sentencia.
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Con Zinedine Zidane en el banquillo y Cristiano Ronaldo en el césped, el Real Madrid ganó las tres últimas 'Champions', pero sin ellos, el equipo blanco acumula cuatro derrotas en cinco partidos oficiales y pasó ocho largas horas sin ver puerta.
"Este Madrid es una ruina", tituló este domingo el rotativo Marca, mientras para su competidor AS escribió: "la cabeza de Lopetegui pende de un hilo".
Poco competencia
¿Cómo explicar tal debacle? Cansados tras el Mundial, algunas figuras parecen en baja forma (Modric, Ramos, Varane, entre otros) y la ausencia de grandes fichajes estivales para compensar la salida de Cristiano a la Juventus, han limitado la competencia en un grupo acostumbrado a la victoria.
"La mayor cuota de responsabilidad corresponde a unos futbolistas acomodados y muy por debajo de su nivel", escribió en un editorial el director adjunto de Marca, Carlos Carpio. "Primero incapaces de encontrar la tensión competitiva en el día a día de la Liga y después angustiados, superados y con una falta de liderazgo terrible", añadió.
Y la increíble falta de puntería con 34 tiros y un único gol contra el Levante, hacen añorar a Cristiano.
¿Lopetegui sentenciado?
Los medios españoles son unánimes: al igual que con el efímero Rafael Benítez en la temporada 2015-2016, Lopetegui no debería ver acabar su contrato de tres años.
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Pero si en 2016 el presidente Florentino Pérez tenía a mano a Zidane, entonces entrenador el filial, esta vez no tiene más que al modesto Santiago Solari para servir de entrenador accidental.
"El calendario (y la falta de sustituto evidente) salvan a Lopetegui (por ahora)", titula en páginas interiores el diario Marca.
Y AS recuerda que el técnico vasco era la sexta opción de Pérez para sustituir a Zidane tras su sorpresiva salida en verano, aunque no parece haber abundancia de entrenadores de renombre disponibles, mientras los medios españoles apuntan al italiano Antonio Conte.
Falta por ver cuando se hará efectiva la sentencia para Lopetegui, cuyo mejor aliado parece el calendario: imposible sacar al entrenador a 48 horas de un duelo crucial contra el Viktoria Pilsen que el Real Madrid tiene que ganar para apuntar a los octavos de final de 'Champions'.
Y más complicado que un nuevo entrenador se estrene el domingo en el Camp Nou contra el Barcelona.
Lopetegui "Pende de un hilo, le mantiene la perspectiva del Clásico, la prudencia de no estrenar entrenador en estas vísperas. Un desastre, en fin", dice en un editorial, Alfredo Relaño, director de AS.
El clásico del juicio final
Por ahora, el capitán, Sergio Ramos, y el segundo capitán, Marcelo, han mostrado su apoyo a Lopetegui, señal de que el vestuario está con el exseleccionador español, llegado al Real Madrid con el aval del central andaluz.
"Los cambios de entrenador nunca son buenos", dijo el sábado Ramos, subrayando que "Julen tiene el apoyo del vestuario".
El mismo Lopetegui afirmó estar "más motivado que nunca", recordando que su equipo solo tenía cuatro puntos de desventaja respecto al líder liguero, el Barcelona.
El exportero del Real Madrid y del Barça, sabe, no obstante, de la importancia del próximo clásico, el partido de clubes más visto del mundo: fue una humillación 4-0 que había sellado el destino de Benítez en 2015.
Si una buena sorpresa el domingo en el Camp Nou podría devolver el crédito a Lopetegui, una derrota le enviaría definitivamente a los infiernos.
La única esperanza para el Real Madrid es la ausencia de Leo Messi, tras fracturarse el brazo, equilibrando las fuerzas en el primer clásico sin Cristiano ni Messi desde 2007.
"Esperamos al mejor Madrid en cualquier caso", advirtió el sábado el técnico barcelonista Ernesto Valverde, recordando que es un partido "en el que las diferencias en la clasificación o los momentos importan poco porque es un clásico, es un partido especial" y la tabla de salvación de Lopetegui.