No se trataba de un terremoto, pero La Bombonera, literalmente tembló con el aliento de los hinchas de Boca Juniors a pocas horas de la final contra River Plate.
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"¡Y dale alegría, alegría a mi corazón… la Copa Libertadores es mi obsesión…!". La hinchada de Boca Juniors llenó el recinto para acompañar una inusual práctica abierta, a dos días de la excitante final ante River Plate por la Copa Libertadores 2018.
Literalmente, el recinto tembló, y no por un terremoto, sino por el cántico y los saltos de emoción que daban los 45 mil aficionados que asistieron a la práctica de Boca este jueves.
El baño de masas que se dio Boca no fue más que una inyección de energía de parte de su multitudinaria hinchada, que se hace llamar "la más grande del mundo".
"¡Es mi vida! ¡Boca lo es todo para mi! Es el más grande del mundo. El resto no existe. Boca campeón y las 'gallinas' (como los boquenses se dirigen a River) van a llorar mucho más que cuando se fueron a la B, en 2011”, dijo Mateo Romero, un guardia de seguridad que dejó por una hora su uniforme para vestirse de auriazul.
Las puertas de la Bombonera se abrieron dos horas antes del inicio del breve entrenamiento, y casi en 45 minutos el templo del modesto barrio de La Boca alcanzó el máximo de ocupación con 45 mil seguidores delirantes, similar a lo que ocurrió hace dos semanas en el 2-2 de la ida.
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"¡La Final la jugamos todos!". Así Boca Juniors invitó a su hinchada para acompañar al plantel de Guillermo "el Mellizo" Barros Schelotto, que en apenas 25 minutos hizo futbol en espacio reducido, mientras cada uno de los jugadores y el DT eran ovacionados al unísono.
Finalizada la práctica, el plantel de Boca Juniors quedó concentrado y el viernes se entrenará por última vez a puertas cerradas, donde seguramente el cuerpo técnico delineará el once que saltará al gramado del Monumental.
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*Con información de AFP