Con la reanudación el sábado de la liga de futbol en Alemania, grandes figuras de este deporte van a tener que frenar sus impulsos.
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Acciones como abrazarse o estrecharse la mano deberán dejarse atrás, por los estrictos protocolos sanitarios contra el coronavirus.
El reto estará en cómo canalizar las emociones en pleno partido.
"Son como actores que necesitan una persona que les apunte las réplicas, se han quedado en el texto viejo y ha sido cambiado. Tienen que aprenderse un nuevo guión", explica el psicólogo del deporte Makis Chamalidis.
Los escenarios han cambiado
El sábado, los jugadores de la Bundesliga no van encontrarse el escenario tal y como lo dejaron en marzo, cuando el COVID-19 detuvo el deporte mundial.
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No habrá público en la grada, los jugadores no se podrán estrechar la mano, se han pedido celebraciones de gol no efusivas y que los contactos físicos se reduzcan al mínimo posible.
En los banquillos, los cuerpos técnicos y suplentes llevarán mascarillas.
"¡Es como jugar ante un equipo de otro planeta! Todo es nuevo. Esto puede provocar ansiedad a algunos", señaló el "coach" mental Manuel Dupuis, que trabaja con jugadores profesionales de Alemania y Bélgica.
"Pero una vez que se está dentro, que las endorfinas se liberan, creo que el deseo de jugar lo superará todo", asevera.
Nuevos códigos de los futbolistas
La pasión seguirá presente en el futbol, aunque tenga que reconducirse.
"¡La emoción no ha muerto! Se pueden generar emociones sin besarse, sin hablarse", dice Denis Roch, "coach" mental.
"Cuando eres apasionado, cuando tienes una emoción positiva, sabes cómo apropiarte de ella", destaca.
Para celebrar un gol, pese a las restricciones, "los jugadores van a hacer coreografías, gestos o cosas sorprendentes imaginativas", añade.
"Hay equipos que pueden desarrollar códigos para animarse. Es algo interesante para la cohesión", afirma Makis Chamalidis.
En Corea del Sur, donde la liga de futbol comenzó el pasado fin de semana, los autores de los goles crearon un gesto con el dedo pulgar levantado, como símbolo de apoyo al personal sanitario.
Allí hubo además más goles y menos tarjetas amarillas de lo habitual, durante esa primera jornada.
*Información de AFP