La pandemia del nuevo coronavirus retrasó tres meses la coronación del Liverpool en la Premier League, pero el trofeo no podía escapar a la superioridad del histórico club.
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Y es que el título, 30 años después, marca un momento especialmente emotivo del camino emprendido hace cinco años con la llegada del entrenador Jürgen Klopp.
Apasionado y carismático, Klopp hizo pasar a los "Reds" a una dimensión superior, convirtiéndole en campeón de Europa el pasado curso y en rey de la Premier League en la actual campaña.
Fichajes exitosos
Una de las claves del proyecto ha sido una política de fichajes muy diferente a la de otros rivales como Manchester City, Chelsea o Arsenal, más tendentes a buscar grandes golpes de efecto.
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De los 18 jugadores que Klopp utilizó en su primera convocatoria tras llegar al Liverpool, tres han participado esta temporada, aunque en papeles secundarios: James Milner, Divock Origi y Adam Lallana.
Algunos de los fichajes del Liverpool de Klopp han sido más llamativos (Sadio Mané, Mohamed Salah y Virgil Van Dijk).
Sin embargo, el club de Anfield optó por los pequeños retoques, en silencio y sin hacer gran ruido, integrando poco a poco nuevos elementos en su engranaje hasta convertirse en una máquina de ganar.
Georginio Wijnaldum llegó en 2016, Andy Robertson y Alex Oxlade-Chamberlain en 2017, mientras que Van Dijk, el mediocampista Fabinho y el arquero Alisson Becker aterrizaron en 2018.
Las adquisiciones de Van Dijk y Alisson constituyeron un cambio reseñable, permitieron el salto cualitativo que aportó la solidez defensiva necesaria para los grandes títulos que iban a seguir.
El arquero Loris Karius, autor de dos grandes fallos en la final de Champions fallida ante el Real Madrid en 2018, perdió la confianza del club, que no dudó en desembolsar 65 millones de libras (72 millones de euros, 80,4 millones de dólares) por Alisson.
Los 75 millones de libras (83 millones de euros, 91,6 millones de dólares) pagados en enero de 2018 por Van Dijk fueron un récord por un defensa y generaron muchas dudas en su momento sobre si la operación era demasiado temeraria.
Pero la final de Champions a la que el Liverpool llegó en 2018, con unos laterales emergentes como Andrew Robertson y Trent Alexander-Arnold, validaron la apuesta.
*Información de AFP