Palmeiras se clasificó este martes a la final de la Copa Libertadores pese a caer 2-0 con un deslumbrante River Plate, en Sao Paulo en el que tuvo dificultades para defender el 3-0 alcanzado en Argentina.
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Palmeiras 0-2 (3-2 global) River Plate
El equipo que dirige el portugués Abel Ferreira fue sobrepasado con creces por los hombres de Marcelo Gallardo, que estuvieron cerca de protagonizar una remontada histórica.
El defensor paraguayo Robert Rojas (29), que fue expulsado en el minuto 72, y el atacante colombiano Rafael Santos Borré (44) ilusionaron a los millonarios con dos goles de cabeza.
Con cinco atajadas notables, el portero Weverton selló la clasificación de Palmeiras hacia su quinta final de Libertadores, en la que buscará su segundo título (1999).
El rival del Verdao saldrá del choque que tendrán Santos y Boca Juniors el miércoles en Brasil. La ida terminó 0-0.
La final se disputará el 30 de enero en el mítico Maracaná, en Rio de Janeiro.
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River Plate asustó al Palmeiras
River intentó la remontada apenas el juez dio comienzo a la partida. Ignacio Fernández y el uruguayo Nicolás de la Cruz, buscaron agrietar la defensa brasileña con pelotas cruzadas que, para su lamento, no encontraban destino.
Los millonarios no ahorraban esfuerzos físicos en la búsqueda de su tercera final copera consecutiva.
Sin embargo, la zaga verde no cedía y la producción ofensiva de los argentinos sabía a poco ante el desgaste físico que encajaban.
La fisura en una defensa que apenas había encajado cuatro goles en la Libertadores empezó a ahondarse en un duelo aéreo entre paraguayos. Rojas venció al capitán del Verdao, Gustavo Gómez, y recompensó el esfuerzo de River para el 1-0.
El corazón de la banda volvió a latir tras otro testazo. Borré empujó con la frente un centro desde derecha de De la Cruz, y la hazaña tomaba forma, era el 2-0.
La figura de la noche
Desconcertado, temeroso y desconocido, Palmeiras parecía un ente.
La charla técnica de Ferreira sirvió de poco porque al regresar a la cancha empapada volvieron a ser sometidos.
Gonzalo Montiel, en una bonita volea con derecha, dio el primer campanazo. La pelota venció a Weverton pero el VAR anuló la anotación por un milimétrico fuera de lugar de Borré.
El arquero brasileño volvió a apagar la señal de alarma minutos después, al despejar lo que pudo ser un autogol de Luan.
El árbitro uruguayo Esteban Ostojich decretó penal en una aparente falta de Alan Empereur a Suárez. Cuando Montiel se disponía a cobrar, el VAR llamó al central y el disparo fue anulado.
Weverton mantuvo la calma al desviar un cabezazo complicado de Enzo Pérez. Las intentonas argentinas no cesaron pese a la inferioridad numérica, pero el portero transmitió la tranquilidad que sus compañeros no tuvieron.
*Información de AFP