La sanción de Downing Street a Roman Abramovich ha terminado afectando más de la cuenta al Chelsea, que se enfrentará al Real Madrid en los cuartos de final de la UEFA Champions League.
Las restricciones económicas impuestas por el gobierno británico al empresario ruso Roman Abramovich impiden al equipo londinense vender entradas para Stamford Bridge, que además, no cuenta con abonados para Champions, por lo que tendría que jugar a puerta cerrada.
Martes, reunión clave entre las autoridades
El equipo londinense solo podría recibir a su afición en su estadio en el caso de que encuentren nuevo dueño antes de la cita contra el Madrid. Un escenario complicado, porque el proceso de venta del Chelsea todavía está en marcha.
Justo este viernes se cierra el plazo para hacer ofertas por el conjunto londinense. En cualquier caso, el martes 22 habrá una reunión entre clubes y UEFA en la que se determinará si finalmente hay o no público.
Igualmente, se exploró la posibilidad de que fuera la UEFA quien vendiera las entradas del Chelsea para sus partidos como local en Champions, pero rápidamente se desechó esta alternativa, condicionada de nuevo por la sanción a Abramovich. Así pues, solo en el supuesto de que el Chelsea llegue a la final, la UEFA podría vender entradas a sus aficionados.
A pesar de ello, Thomas Tuchel, entrenador Chelsea todavía conserva la esperanza de tener público en las gradas. “Confío en la junta directiva, que está dialogando con la UEFA y con el gobierno para encontrar una excepción o una exención lógica que permita encontrar una solución para que los aficionados estén en el estadio”, explicó en la rueda de prensa posterior al sorteo.
El técnico alemán sabe de la importancia de contar con el apoyo de su hinchada, y por eso ha reconocido: “Sería una desventaja, pero este juego es para los espectadores y el juego cambia con los espectadores. Estoy seguro de que todos ayudarán. Estos partidos, cualquier partido, es para los espectadores y el juego es diferente si los hinchas están en el terreno”.