Grandes controversias rodean al Mundial de Catar cuando falta poco menos de dos meses para su inauguración, lo que ha hecho que algunos patrocinadores se cuestionen si es oportuno o no estar en el máximo evento, pese a ello, han dicho que cumplirán sus contratos.
PUBLICIDAD
El Mundial es sin duda una de las grandes vitrinas publicitarias y cada cuatro años atrae a marcas en busca de una exposición masiva. Según la FIFA, la final del Mundial de Rusia 2018 en la que Francia ganó a Croacia fue seguida por 1.120 millones de telespectadores en todo el planeta.
Sin embargo, la edición de 2022 en Catar está cercada por distintas controversias desde que se concedió la sede al emirato en 2010. Entre ellas, las referentes al impacto medioambiental que tendrá el evento, la situación de las mujeres y de las minorías LGBT+ en el país o los derechos de los trabajadores migrantes contratados para las obras de preparación del evento y de las infraestructuras ligadas al proyecto.
Diferentes posiciones de cara al Mundial de Catar
Recientemente, varias organizaciones de defensa de los derechos humanos han pedido a los patrocinadores del Mundial de Catar que apoyen su campaña para la indemnización de los obreros que han trabajado en la preparación del evento, lamentando una serie de abusos y salarios impagados.
Doha, por su parte, estima que algunas de esas críticas son injustas y pone especialmente el acento en las reformas que ha emprendido referentes al mercado de trabajo en su territorio.
A medida que el Mundial (20 noviembre-18 diciembre) se aproxima, las posturas se hacen más o menos radicales según las marcas y los países, desde los llamamientos a un boicot a posturas más generalmente intermedias, con gestos o mensajes durante el torneo.
PUBLICIDAD
Las marcas brasileñas Vivo e Itau acompañarán a la Seleçao en Catar. El operador de telecomunicaciones Vivo considera que no tiene “ninguna influencia” en la elección en la elección del país anfitrión, en una respuesta a la AFP.
Las camisetas de entrenamiento de la selección de Dinamarca lucirán “mensajes críticos”. Dos patrocinadores (Danske Spil y Arbejdernes Landsbank) han aceptado que se reemplacen sus logotipos.
La marca deportiva Hummel anunció este miércoles que disimulará su logotipo en la camiseta de Dinamarca, haciéndolo casi imperceptible, como “protesta contra Catar y por su balance en materia de derechos humanos”.
Los costosos contratos a largo plazo y las campañas de comunicación sobre el Mundial iniciadas hace ya varios meses hacen que sea ilusorio pensar en un boicot de último momento, dice a la AFP Gary Tribou, profesor en marketing deportivo en la Universidad de Estrasburgo.
“Un boicot mediático (…) no sería eficaz”, estima el operador alemán Telekom, que es a la vez patrocinador de la selección de su país y difusor del Mundial, a través de su filial Magenta TV.
Memoria selectiva
La empresa prefiere apostar por un “acompañamiento crítico del torneo”, emitiendo por ejemplo reportajes sobre “las condiciones de trabajo de los trabajadores inmigrantes”.
Por su parte, el gigante estadounidense Coca-Cola publicó en mayo un largo comunicado para defender su presencia en Catar, afirmando haber realizado presión sobre la FIFA para contribuir a “reformas significativas para mejorar los derechos de los trabajadores migrantes”.
El riesgo de “bad buzz” (mala publicidad incontrolable) siempre es posible durante el torneo, pero la experiencia muestra que a menudo los hinchas tienen memoria selectiva.
Los difusores aseguran que el mercado publicitario en torno al Mundial sigue siendo robusto: “Hemos registrado hasta el momento una fuerte demanda, comparable a la del Mundial de 2018 y a un nivel de precios similar”, subraya la cadena alemana ARD, mientras que su homóloga británica ITV habla de una “demanda fuerte”.
*Fotos: Getty Images