Tras su deslumbrante debut en Catar-2022, Inglaterra quiere zanjar la clasificación a octavos por la vía rápida en el duelo del viernes ante Estados Unidos, en el que podrá contar con su artillero Harry Kane.
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El golpe en el pie derecho que recibió el capitán Kane fue la única nota negativa del estreno de Inglaterra por el Grupo B, en el que avasalló 6-2 a Irán con una de las mejores actuaciones hasta ahora del campeonato.
El jueves, Southgate acabó con la incertidumbre al confirmar que las pruebas médicas realizadas a Kane no encontraron una lesión de importancia. “Él está bien. Hoy ha trabajado un poco más individualmente, pero mañana estará de vuelta con el equipo y todo está bien para el partido”, aclaró el técnico en una entrevista con la cadena ITV.
Kane no vio puerta ante los iraníes pero facilitó los movimientos y dianas de sus jóvenes escuderos, como Saka, Marcus Rashford o Jude Bellingham, la nueva perla de los ‘Tres Leones’ que podría medirse a su amigo y compañero de equipo en el Borussia Dortmund Gio Reyna.
Inglaterra cuenta con una exuberante nómina de atacantes para conceder un descanso a Kane si fuera necesario pero los números respaldan la trascendencia que el punta tiene para Southgate.
Con 51 goles en 76 partidos, el espigado delantero ha marcado el 35% de los tantos de su selección en los partidos que ha jugado desde su debut en marzo de 2015.
Un asunto familiar…
Estados Unidos, por su parte, afrontará su gran examen del grupo con la necesidad de aprender rápido las lecciones que le dejó el empate inicial 1-1 ante Gales. Con orden y un fútbol dinámico, los norteamericanos, prácticamente todos debutantes en un Mundial, desarticularon en la primera mitad el juego metalúrgico del combinado galés.
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Tim Weah, el hijo de la ex estrella liberiana George Weah, abrió el marcador pero Estados Unidos no pudo resistir el acoso aéreo galés de la segunda mitad que terminó con el empate de penalti de Gareth Bale.
Los pupilos de Gregg Berhalter serán sometidos a una presión diferente el viernes ante una Inglaterra, que a diferencia de su nación vecina, tiene una veloz circulación de balón y punzantes extremos. A Estados Unidos, en cualquier caso, poco le debe sorprender el planteamiento de un rival muy familiar.
Ocho de sus jugadores, incluidos el arquero Matt Turner (Arsenal) y la estrella Christian Pulisic (Chelsea), militan en equipos ingleses y tres incluso nacieron en ese país.
Uno de ellos, el joven Gio Reyna, nació en 2002 en Sunderland cuando su padre, el cuatro veces mundialista Claudio Reyna, jugaba en ese equipo.