El galés Gareth Bale expresó su decepción después de la derrota 2-0 sufrida el viernes ante Irán, con dos goles en el tiempo de descuento, que deja a los ‘Dragones’ al borde de la eliminación en el Mundial de Catar. Gales necesita ahora derrotar a la potente Inglaterra en su último partido del Grupo B y esperar que otros resultados le acompañen para tener alguna posibilidad de clasificar por primera vez a unos octavos de final.
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“Estamos destrozados. No hay otra forma de decirlo”, declaró Bale a la BBC. “Hemos luchado hasta el último segundo. Es una de esas cosas que es difícil de asumir, pero tenemos que recuperarnos y volver a intentarlo”.
Gales, que se había salvado con dos tiros al palo seguidos de Irán, sufrió la expulsión del arquero Wayne Hennessey en la recta final, tras la que llegaron los goles de Roozbeh Cheshmi en el minuto 90+8 y de Ramin Rezaeian en el 90+11 en el estadio Ahmad Bin Ali de Doha.
Bale habla de la roja
“Evidentemente, la tarjeta roja cambia el partido por completo. Permitimos el primero (gol) y el segundo ya no importa”, afirmó Bale.
“Tenemos que levantarnos rápidamente. Nos queda un partido y tenemos que disfrutar de la ocasión”, demandó. “Va a ser difícil, seguro. Veremos qué pasa en el otro partido”.
El partido
Gales, que había sufrido la expulsión del arquero Wayne Hennessey en el minuto 87, se salvó primero en dos tiros a los palos pero acabó sucumbiendo con goles de Roozbeh Cheshmi en el minuto 90+8 y de Ramin Rezaeian en el 90+11, que desataron la euforia de la abundante afición iraní en el estadio Ahmad Bin Ali de Doha (45.000 espectadores).
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Irán, que hubiera sido eliminada en caso de derrota, suma ahora tres puntos en el Grupo D, los mismos que la líder Inglaterra, y se jugará el pase en la última jornada ante Estados Unidos, que tiene una unidad al igual que Gales.
Inglaterra y Estados Unidos chocarán el viernes a las 19H00 GMT en el cierre de la segunda jornada del grupo.