Al marcar el 2-0 parcial ante Corea del Sur, este lunes en el juego de octavos de final disputado en el estadio 974 en Doha, Neymar festejó con sus compañeros y luego fue a la grada a abrazar a Alex Telles, lesionado de la rodilla derecha y fuera del Mundial. De esta manera, el astro brasileño incumplió la promesa que le hizo al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro durante la campaña presidencial en Brasil: dedicarle el primer gol que anotara en el Mundial de Catar.
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Era el segundo tanto de Brasil, tras el primero anotado por Vinicius (7), y el número 76 de Neymar con la Seleçao, en el minuto 13, al transformar un penal cometido por Jung Woo-young a Richarlison. “Ney” festejó justo en su reaparición, como titular, tras superar un esguince en el tobillo derecho que lo marginó desde la recta final del primer juego (victoria 2-0 contra Serbia) de la primera fase, de la que los pentacampeones finalizaron líderes del Grupo G.
Durante la polarizada campaña presidencial de Brasil, Neymar prometió formar con sus dedos el número 22, el código del ultraderechista en las urnas, en la celebración de su primer tanto en el país árabe.
El talentoso atacante del Paris Saint Germain se convirtió en la principal figura mediática en dar su apoyo al mandatario de extrema derecha, vencido por estrecho margen por el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en el balotaje del 30 de octubre.
“La Copa está cerca. Sería todo maravilloso, Bolsonaro reelecto, Brasil campeón y todo el mundo feliz”, dijo ‘Ney’ el 22 de octubre al acompañar desde París una transmisión en línea del entonces aspirante a la reelección.
En el intercambio entre Bolsonaro y Neymar, el atleta aseguró que se motivó a posicionarse públicamente en la disputa electoral porque los “valores que el presidente representa son parecidos” a los suyos y los de su familia.
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La estrella brasileña también le agradeció al mandatario por haberlo respaldado públicamente “en el momento más difícil” de su vida.
Aunque no detalló de cuál vivencia se trataba, en 2019, en la antesala de la Copa América celebrada en Brasil, el crack fue acusado de violación y Bolsonaro confió en su inocencia. El caso fue archivado luego por falta de pruebas.
“Sentí en mi corazón que debía retribuir, entonces estoy haciendo lo mismo: yo creo en el presidente”, dijo Neymar, uno de los pocos futbolistas brasileños que tomó partido en las presidenciales del gigante latinoamericano.
Bolsonaro debe dejar el poder la noche del 31 de diciembre. Desde su derrota, que no ha reconocido explícitamente, el mandatario ha permanecido virtualmente en silencio y con mínimas apariciones públicas.